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Una decisión clave para el 'ascenso' de Camacho

La entrada de la ONCE en el capital de Gescartera fue la clave del ascenso de la sociedad de cartera a agencia de valores. La organización siempre ha negado que conociera los entresijos de la empresa propiedad de Antonio Camacho y puso en marcha una investigación interna para averiguar si se utilizó su nombre en el escándalo. Sus resultados se plasman en un informe que acaba de ser presentado.

La Fundación ONCE decidió entrar en el capital de Gescartera durante un consejo celebrado en diciembre pasado, donde acordó adquirir el 10% del capital por un importe de 40 millones de pesetas. “La solvencia y prestigio de una entidad como la Fundación ONCE, así como el hecho de que un director general de dicha Fundación se hiciera cargo, como consejero delegado, de la actividad diaria de Gescartera” fue determinante para dar el visto bueno a la transformación de la sociedad, tal y como dijo la presidenta de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), Pilar Valiente, en su comparecencia en el Congreso el 2 de agosto.

Las otras dos condiciones impuestas a Gescartera para su ascenso consistían en el compromiso de que la ONCE elevaría su participación del 10% al 25% y que tomaría un 20% en la gestora de fondos de pensiones de la sociedad de Camacho. Bajo estas premisas, el consejo de la CNMV aprobó por unanimidad la transformación a agencia de valores.

Pero la ONCE aseguró en su día desconocer muchos detalles de este compromiso. “Nunca hubo una comunicación oficial previa con la CNMV en relación a que íbamos a tomar una participación en la sociedad gestora de carteras Gescartera”, indicaron desde la Fundación ONCE a primeros de agosto. “Jamás mostramos nuestra intención de tener más de un 10% del capital de Gescartera”, remataron. “No puedo asegurar que alguien de la ONCE en conversaciones informales pudiera exponer esta posibilidad y, por ello, estamos investigando”, según las fuentes consultadas.

La ONCE también aseguró que su representante, José Manuel Pichel, nunca realizó labores de consejero. No obstante, Pichel es uno de los dos miembros de la cúpula de la ONCE —junto al vicepresidente segundo de la organización, Rafael de Lorenzo— a quien el presidente ha pedido su dimisión.

La Fundación ONCE negó, además, que conociera que Gescartera tenía pérdidas, como afirmó el abogado de Camacho, Miguel Bajo. La organización aseguró que confiaba en la empresa auditora de las cuentas y que todo parecía correcto. A la vista de su error, el 16 de julio pasado presentó una querella contra Gescartera, en la que argumenta que nunca supo que la CNMV hubiera exigido la salida de Camacho y su número dos, José María Ruiz de la Serna, de la dirección ejecutiva como requisito a su ascenso.

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