Piqué anuncia para este año una reunión de 'alto nivel' con Marruecos

Llegó ayer el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, a la Universidad Internacional Menéndez Pelayo (UIMP) para hablar de cooperación y desarrollo y tuvo que disertar además sobre Marruecos. Piqué reiteró la opinión del Gobierno de que Marruecos no se esfuerza demasiado en el control de la salida de inmigrantes: 'El control de la inmigración es obligación de los países que reciben y de los que salen', afirmó. Y, en referencia a la queja oficial presentada el pasado miércoles ante representantes de Marruecos, aseguró que se les ofreció 'más cooperación policial' y que les pidió 'que redoblen los esfuerzos, porque se puede perfeccionar y mejorar la situación', aseguró Piqué.

Con vista a reforzar la colaboración en materia de inmigración entre los dos países, Piqué anunció su confianza en que antes de que finalice el año los Gobiernos de Madrid y Rabat celebren una cumbre postergada primero por las elecciones generales del año pasado en España y después por la negociación del acuerdo pesquero entre Marruecos y la Unión Europea. El ministro explicó que a partir de 2002 la cumbre será 'más difícil', dado que el 1 de enero España asume la presidencia de la Unión Europea y ello cubre prácticamente en su totalidad la agenda política del presidente y los ministros.

'No ponemos en duda la voluntad política del Gobierno marroquí, pero siempre se puede hacer más', dijo el ministro. 'España ha sido un país de emigrantes. Ahora es un país de inmigración y esa inmigración es necesaria, pero debe llegar de manera ordenada, regulada. Hay que conseguir que las personas que llegan a nuestro país se establezcan en él dignamente y no como víctimas de negocios criminales', dijo el ministro.

Falta de cooperación

Este problema ha llevado a un enfrentamiento entre los dos Gobiernos que se materializó el pasado miércoles cuando Exteriores convocó a un representante del Gobierno de Rabat para quejarse por la falta de cooperación en materia de inmigración y en la respuesta de Rabat, en la que hablaba de responsabilidades compartidas y se calificaba el análisis del Gobierno de 'inexacto' y 'simplista'. Piqué aseguró ayer que 'la relación entre España y Marruecos es privilegiada. Es el país del mundo que más ayuda al desarrollo recibe de España, más de 1.000 empresas españolas están implantadas allí y nos interesa mucho su desarrollo, pero como con todos los países vecinos también surgen dificultades y hay que expresarlas desde la amistad con firmeza, rigor y seriedad'.

Con respecto a la presidencia española de la UE en enero de 2002, Piqué adelantó las prioridades que el Gobierno plantea. 'Primero, la puesta en marcha efectiva del euro, que es un problema económico y también psicológico para los habitantes de la UE', adelantó. 'La segunda prioridad es la ampliación. Que los países candidatos a ingresar completen sus negociaciones para que puedan estar presentes en la unión para las próximas elecciones del 2004'.

La tercera prioridad para el ministro es la puesta en marcha de un debate sobre el futuro de Europa, pero existen otros dos objetivos: 'Afianzar los puentes entre la UE, América Latina, el Caribe y los países del Mediterráneo y, también, avanzar en el espacio judicial común, el tercer pilar de la Unión y, en este caso, agilizar la euro orden, es decir, que un único mandato judicial sirva para perseguir delincuentes en todo el espacio de la Unión y que la extradición no sea un osbtáculo'.