Nuevamente, la carretera de Colmenar
Esto ya clama al cielo. Situación: 20 de agosto de 2001 a las 15.00, fin de nuestra jornada laboral. Nos apresuramos a volver a nuestros hogares cuando nos encontramos en medio de un monumental atasco de entrada a Madrid. En principio piensas que ha habido un accidente, pero no hay ambulancias, ni Guardia Civil.
Tu desesperación empieza a subir cuando, al final de un recorrido de unos 13 kilómetros, encuentras la causa de tal atasco: durante unos 100 metros han dejado sólo un carril, y justo en la unión con la M-40. De nuevo ves claro que has estado atrapado, como durante todo el invierno y la pasada primavera, en medio de las malditas obras.
Y digo 'malditas' porque yo creo que, aunque son necesarias, están haciendo que nuestra paciencia, la de los que utilizamos esta vía para acudir a nuestro puesto de trabajo, se esté perdiendo aguantando la mala información y planificación de las mismas. Ni en verano nos vemos libres de atascos a las horas punta. Para un trayecto en el que habitualmente tardo unos 20 minutos, he estado hoy una hora. No quiero ni pensar en todos los compañeros que viven en la zona sur de Madrid y que emplean ese tiempo en todo su recorrido.
¿No hay horas al cabo de la jornada laboral para hacer esto y que no repercuta en miles de usuarios? ¿No merecería la pena una nota informativa sobre esas molestias para que buscáramos vías alternativas?
Hace unos días informaban de las pérdidas de todas las empresas y comercios situados en el municipio de Tres Cantos durante la ejecución de las obras. ¿Qué sucede con nuestra salud? ¿Y nuestras familias? ¿Quién nos abona a nosotros todo el tiempo perdido? Luego hablan de fluidez en el tráfico en Madrid.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Archivado En
Últimas noticias
Sheinbaum, en un mensaje de Navidad: “Que esta Nochebuena nos abrace como nación, y el amor por nuestra tierra nos dé mucha fuerza”
Una jueza absuelve a Daniel Arizmendi ‘El Mochaorejas’, el secuestrador más sanguinario de los noventa en México
El conservador Nasry Asfura, abanderado de Donald Trump, proclamado presidente electo de Honduras
Lea íntegro el discurso del rey Felipe VI
Lo más visto
- El líder groenlandés responde a Trump: “Groenlandia es nuestro país. Nuestras decisiones se toman aquí”
- La revalorización de las pensiones queda en el aire por la negativa de la derecha a apoyar otras medidas sociales
- Juan Carlos Ferrero: “Más que dolor, siento pena; los finales siempre son tristes”
- La cúpula de Vox votó por unanimidad la destitución de Javier Ortega Smith
- Los ‘whatsapps’ de Mazón a Feijóo del día de la dana: “Un puto desastre va a ser esto presi”




























































