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Reportaje:

Otra catedral al pie de La Seu

Lleida abre al público el depósito que abasteció de agua a la ciudad desde 1792

Lleida ha aumentado este verano su oferta museística con el Museu de l'Aigua, un museo que en realidad no contiene ninguna colección. El centro contuvo, en su día, nueve millones de litros de agua que abastecían diariamente a la ciudad. Ahora se ha abierto al público ese enorme depósito construido a finales del siglo XVIII, toda una catedral del agua que se halla al pie de la vieja catedral, la Seu Vella.

En el año 1784, la Junta de Sanidad Municipal concluyó que las epidemias que cíclicamente azotaban la ciudad se debían a la falta y mala calidad del agua que consumían los leridanos. Fue entonces cuando el marqués Luis de Blondel ordenó la construcción de la magnífica cisterna, así como la de cinco fuentes de agua potable enclavadas en distintas zonas de la ciudad. Cuando se puso en funcionamiento esta obra, en 1792, Lleida gastaba diariamente unos 580.380 litros de agua potable que eran repostados cada noche en cuatro horas con agua procedente del canal de Pinyana. El agua que beben hoy los leridanos tiene exactamente la misma procedencia.

La Paeria comenzó hace cuatro años la restauración del antiguo depósito de agua, que cuenta con una superficie de 1.000 metros cuadrados y está cubierto por seis bóvedas de cañón que reposan sobre un entramado de 25 pilastras construidas con sillares de piedra.

La obra resulta impresionante por sus dimensiones y la solidez y calidad de su construcción. El Ayuntamiento de Lleida ha invertido más de 20 millones de pesetas en la adecuación del depósito y del vestíbulo, y en una segunda fase se instalará un ascensor que facilite la visita.

La obertura del depósito del Pla de l'Aigua es sólo la primera parte del proyecto museístico que incluye restaurar las viejas casas de los trabajadores de la empresa hidroeléctrica La Canadiense y el antiguo molino de agua del barrio de la Bordeta. Cuando el proyecto finalice, en el año 2002, el museo tendrá tres sedes y será el ecomuseo del agua más grande de España.

Los vistantes podrán recorrer el flujo acuífero desde los embalses y canales hasta las fuentes en el centro de Lleida, conocer el funcionamiento de un típico molino de agua y visitar las casas de los trabajadores que construyeron el canal de Seròs, que aún hoy en día produce electricididad.

Vista del restaurado depósito del Pla de l'Aigua de Lleida.
Vista del restaurado depósito del Pla de l'Aigua de Lleida.HERMINIA SIRVENT

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