"No pienso casi nunca en el fútbol, sino en competir y entrenarme"
¿Cómo es un goleador? Difícil adivinarlo por el aspecto de Salva Ballesta, que no ofrece ningún rasgo físico distintivo. Ni alto, ni corpulento, ni rápido, ni siquiera muy habilidoso. Las piernas largas, eso sí. La mirada desafiante. ¿Y qué más? Carácter para regalar. 'Nunca me ha asustado nada en la vida', afirma, tajante. El Valencia necesitaba urgentemente un goleador y pagó 1.800 millones de pesetas por este zaragozano de 26 años. Un tipo singular que no se deja llevar por el olor del dinero: prefirió el Atlético de Madrid, en Segunda, al Deportivo o el Mónaco, del mismo modo que ahora ha elegido al Valencia pese a que el Venecia le ofrecía más dinero.
Pregunta. Parece que el Real Madrid vuelve a tener problemas en el centro de su defensa. ¿Preparado para ponerse las botas?
Respuesta. Es un lujo decir que el Madrid es débil por el centro de su defensa. Es una gran tontería.
P. Hablando de defectos, ¿cuáles son los suyos?
R. Muchos, pero no los voy a decir yo.
P. ¿La pierna derecha, por ejemplo?
R. Como quiera. Pero el 80% de los goles los he metido con la derecha.
P. ¿Y sus virtudes?
R. Por encima de todo, soy un currante del fútbol. Un hombre de área, rematador, con carácter...
P. Y tanto: en el curso pasado fue el más amonestado de su equipo, el Atlético.
R. Si se analizan las tarjetas de la pasada campaña, son excesivas, inmerecidas la mayoría. Nunca había pasado de siete u ocho en una temporada.
P. Pero usted tiene malas pulgas dentro del campo.
R. Nunca he ido a hacer daño a nadie, pero tampoco he regalado ningún balón.
P. ¿Se ha propuesto corregir esto?
R. Ni lo he pensado.
P. ¿Qué dejó en el Atlético de Madrid y qué ha encontrado en el Valencia?
R. En el Atlético dejé muchos amigos, no sólo dentro del vestuario. Es un club que no olvidaré nunca. Y en el Valencia he encontrado un club con muchas aspiraciones.
P. ¿Y algún jugador que le haya impresionado?
R. Sí, Vicente; me parece un gran futbolista.
P. ¿Qué piensa de Rafa Benítez, el nuevo entrenador valencianista?
R. Ha sido un descubrimiento. Habla mucho con los jugadores y todo el mundo va a saber lo que hacer en cada momento. Hay mucho balón en los entrenamientos y eso hace que no sean pesados mentalmente.
P. ¿Es usted muy obsesivo con el fútbol?
R. No pienso casi nunca en el fútbol, sino en competir y entrenarme. No soy de los que se saben 10.000 nombres de futbolistas.
P. ¿Quiere decir que no ve los partidos por televisión?
R. Si no hay otra cosa... Pero los únicos que veo siempre son los de mi equipo si yo no juego y los de la selección. El país está por encima de todo .
P. O sea, que no analiza a los defensas rivales con los que se va a enfrentar.
R. Para eso tengo a un entrenador y un representante que lo hacen por mí. Mi agente, Juan Maraver, me llama siempre antes de los partidos y me dice cómo es mi defensa.
P. El tópico de que los goles vienen por rachas...
R. No es ningún tópico, es la pura verdad. Yo he fallado goles desde debajo de la línea de gol, pero también he metido algunos desde el centro del campo. En el Racing estuve nueve semanas sin marcar y fui el máximo goleador de Primera . En el Atlético estuve 13 partidos sin marcar, entre lesiones, sanciones y los últimos cinco, y también fui el máximo goleador de Segunda [21]. Pero, sí, es verdad que hay unas fechas en que no marco: no sé si será por el calor, el frío o por qué.
P. Y en esas fases se desespera.
R. Me como bastante la cabeza. Pero, como durante la semana, en los entrenamientos, sí que entran, me tranquilizo.
P. Usted parece una persona muy introvertida.
R. Sí, soy callado, tranquilo y muy casero. Apenas me gusta salir por ahí.
P. ¿Cómo se entretiene en casa?
R. Hago y pinto figuras en miniatura, maquetas de barcos, muñecos de plomo... Y leo todo lo que tenga que ver con la aeronáutica. Me encantaría haber sido piloto.
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