La policía investiga dos robos de documentos en las oficinas de Gescartera
El incidente tuvo lugar el viernes y es similar al registrado en otro despacho el pasado día 7
Las dos mujeres, de entre 20 y 25 años, según declaró la testigo María F. De Pablo a la policía, atravesaron sin problemas la entrada del edificio, pese a estar vigilada por un portero, y rompieron el precinto de la oficina, situada en el primer piso de la calle Alberto Bosch, número 10. A pesar de que estas dos mujeres entraron en la oficina, la cerradura de la puerta no estaba forzada, según esta fuente.
Cuando la investigación judicial ordenó precintar la oficina, decidió también cambiar las cerraduras de la puerta, por lo que, en principio, los antiguos propietarios no tienen acceso al inmueble y sólo alguien con la nueva llave debería tener acceso al piso. Inicialmente, la testigo pensó que las dos mujeres, que llevaban gafas de sol, formaban parte del personal de la investigación, según declaró a este periódico. Pero al observar el precinto roto, comenzó a sospechar sobre la legalidad de la entrada en el edificio.
Un coche en la puerta
Las dos mujeres salieron del edificio cargadas con una bolsa cada una y se introdujeron rápidamente en un coche gris plateado matrícula de Castellón que las esperaba a la salida. Las mujeres sujetaban las bolsas con ambas manos, lo que hizo pensar a la testigo que llevaban material pesado. Las extrañas maniobras, realizadas precisamente en un inmueble sujeto a la investigación judicial, acrecientan las sospechas sobre un intento de robo. La policía acudió ayer al edificio, alertada por la vecina, y comprobó que el precinto de la puerta de la oficina estaba rasgado. Una hora después de ser interrogada en su domicilio, la testigo recibió una citación urgente para acudir a la comisaría de la madrileña calle Huertas y declarar sobre lo que había visto el viernes.
También el portero del edificio ha recibido una citación. Este trabajador no es el portero habitual del número 10 de la calle Alberto Bosch, sino del número 11, donde también hay una oficina de Gescartera. Precisamente en esa oficina del número 11 se produjo el hasta ahora único intento de robo del que tiene conocimiento la investigación. El portero sustituye al habitual de ese número, que está ausente por vacaciones. Alertado por la testigo De Pablo sobre la rotura del precinto, el portero aseguró que él no sabía nada de estas mujeres ni qué hacían en el edificio.
De momento, parece claro que las personas que entraron en el inmueble no tenían ningún vínculo con la investigación judicial. La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) asegura no haber enviado a ninguno de sus técnicos a registrar este edificio. 'Bajo ningún concepto entramos en los sitios rompiendo precintos', señalaron fuentes del organismo supervisor.
La incursión del pasado viernes es la segunda que se produce en las dependencias de Gescartera en Madrid. La CNMV tiene constancia de otra entrada ilícita precisamente en una oficina de la misma calle donde se produjo la rotura del precinto, esta vez en el número 11. En ese número tenía su sede social la gestora de fondos de Gescartera. El pasado 7 de agosto se encontró en ese inmueble un ordenador abierto y la mesa de una secretaria desbaratada. La propia gestora de fondos comunicó el intento de robo a la CNMV.
Los interventores de este organismo y los responsables de la gestora elevaron una denuncia conjunta a la juez Teresa Palacios, que instruye el caso. Este intento de robo no trascendió públicamente, sólo se comunicó a la juez, en parte porque, según la CNMV, no se detectó ninguna pérdida en el inmueble.
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