Los pueblos alpujarreños apoyan a los ediles encerrados para pedir la ronda de Lanjarón

El Ayuntamiento de Lanjarón se ha convertido en residencia improvisada de seis personas. El alcalde, José Rubio (PP), y los cinco concejales de su partido, que se mantienen encerrados en las habitaciones de este pequeño edificio desde el pasado lunes, han recibido ya muestras de apoyo de casi todos los municipios de la Alpujarra. Protestan por el retraso de la construcción de una circunvalación que evite el paso por el mismo centro de Lanjarón de todos los vehículos que se dirigen hacia cualquier pueblo de esta comarca.

'No nos moveremos de aquí hasta obtener una respuesta satisfactoria de la Junta de Andalucía', declaró el alcalde, que estos días duerme en su propio despacho y puede trabajar en pijama hasta bien entrado el día.

Churros por la mañana, arroz con leche para los postres, huevos rellenos o puchero de coles con morcilla son algunos de los obsequios que los ediles reciben a diario de los vecinos del pueblo, que no dejan de acudir al lugar de encierro para llevar viandas y manifestar su apoyo a los concejales, 'con independencia del signo político', según asegura el alcalde. Son pocas las horas de sueño en los colchones tendidos en el suelo, pues reciben continuas visitas, incluso a altas horas de la madrugada

Los manifestantes esperan que esta medida sirva para agilizar las obras, paralizadas porque la Junta argumenta la falta de acuerdo con algunos propietarios de los terrenos. El alcalde pide que se aplique la expropiación forzosa. Hoy está previsto que se celebre en Lanjarón un pleno de la Mancomunidad de Municipios de la Alpujarra, que ya votó por unanimidad su apoyo a la urgencia de la carretera.