De profesión, teleconcursante
Un veterano de espacios como 'El juego del euromillón'y 'El precio justo' relata sus peripecias en un libro
Ser un 'concursante (casi) profesional' no es fácil, y a veces, como le sucedió a Fernando Cerezo en abril del año pasado con la presentadora de El juego del euromillón (Tele 5), toca mentir. Lo cuenta en Jugando en televisión, publicado en Internet (virtualibro.com): 'Tu cara me suena mucho, ¿no habrás venido ya otra vez antes? -Yo pensé para mis adentros: ¡Tierra, trágame, esta gallega es una meiga! Sin embargo, supe reponerme y responder a tiempo un No, no, que pareció serle medianamente creíble a Paula [Vázquez]'.
Además de El juego del euromillón, en el que había participado dos años antes, Cerezo ha paseado su estela de concursante en un total de 10 programas. Entre ellos, ¿Quiere ser millonario? (Tele 5) y El precio justo (TVE), en el que se estrenó. Lo define como el prototipo de 'concurso garrafón'. 'Es fácil asistir, pero muy difícil llevarse un premio', explica. El resultado de todas sus incursiones televisivas son 'tres millones de pesetas'. También, 'dos minutos de gloria'. En El juego del euromillón, en el que logró permanecer los 11 programas. Y en La ruleta de la fortuna. 'Gané un coche, un reloj y un viaje a Mallorca', recita con precisión. La de un jefe de contabilidad, su otra profesión.
Junto a ese momento de inmortalidad catódica, 'el económico es, en un 80% de los casos, el motor principal' que empuja a las personas a convertirse en teleconcursante. Carlos Sobera, presentador de ¿Quiere ser millonario?, asegura también que 'otros lo que quieren es vivir una experiencia única, sin más pretensiones, o bien disfrutan de la mecánica del juego y se lo toman como un reto personal'. Hay otros motivos, 'una amiga, un novio, una madre o hasta unos hijos que han empujado al concursante a las garras de la feroz pantalla', ironiza Cerezo en su libro.
En su caso, la culpable fue su mujer. En 1995 llamó en su nombre al programa Pasa la vida, de María Teresa Campos, para que participara en Que ruede la pregunta, un concurso que conducía entonces, dentro del magazine de TVE, la hija de la presentadora. Ni siquiera sabía quién era Terelu. Pero, aun así, se preparó a conciencia, como si acudiera a un examen.
Lo que no entraba en sus planes fue la inesperada reacción de la Campos madre cuando, una vez en el plató, se le acercó en un intermedio y le recriminó que estuviese flirteando con su hija. Cerezo confiesa que le pareció estar dentro de 'una película de Berlanga o Buñuel'. También que, durante la emisión del concurso, Terelu le hizo 'un par de carantoñas'.
Es una de las muchas cosas que suceden en el ruedo de los concursos. Detrás de la barrera de los presentadores veteranos hay menos espacio para lo insólito. Constantino Romero sólo recuerda a un concursante 'tremendo'. Fue en El tiempo es oro (TVE-1), 'un experto en los incas'. Sabía tanto del tema que hasta puso en apuros a los guionistas para redactar las preguntas.
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