El Gobierno culpa a Marruecos de la incesante oleada de pateras
Exteriores convoca al embajador de Rabat para quejarse
El Gobierno español ha convocado para hoy al embajador de Marruecos en Madrid, Abdeslam Baraka, en la sede del Ministerio de Exteriores, donde se le hará saber que la incesante avalancha de pateras sobre las costas españolas es 'inaceptable' y que el Gobierno marroquí debe hacer un 'mayor esfuerzo' para impedir que zarpen. El ministro de Exteriores, Josep Piqué, y el de Interior, Mariano Rajoy, responsabilizaron ayer a Rabat de la escalada de la inmigración ilegal.
Los dos ministros españoles emplearon un tono inusualmente duro para referirse a las autoridades de Marruecos. Rajoy afirmó que el convenio firmado a finales de julio para regular la llegada a España de trabajadores marroquíes 'exige una contrapartida, que es el control de la inmigración ilegal', y que el Gobierno de Rabat 'está poniendo en peligro, por no luchar con contundencia y con eficacia contra las mafias, la vida de muchas personas'. Algo más diplomático fue su compañero de Gabinete, Josep Piqué, quien dijo que la situación que se vivió el pasado fin de semana, cuando fueron detenidos más de 800 indocumentados en Cádiz y Fuerteventura, lo que pulverizó todos los récords históricos, es 'insostenible' y que el Gobierno español exige 'un mayor grado de involucración de Marruecos' en la lucha contra la inmigración clandestina. Según reveló ayer Cruz Roja, las mafias venden bonos que dan derecho a intentar cruzar hasta tres veces el Estrecho.
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