Zidane estrena el Bernabéu
El francés pisa por primera vez su nueva casa, ante el Zaragoza y con la Supercopa en juego
Al Real Madrid, oteando en el horizonte el final de los bostezos veraniegos en que ha convertido su pretemporada, le hace 'ilusión' ganar la Supercopa. Al menos, según dice su técnico, Vicente del Bosque. El primer título de la temporada 2001-2002, la Supercopa -ésa que le hace 'ilusión' a Del Bosque, aunque precisa que 'no se le dará valor'- se lo juegan esta noche el Madrid y el Zaragoza en el Santiago Bernabéu (21.45, TVE 1) con la presencia en el césped de Chamartín del francés Zidane por vez primera -ni siquiera lo conoce como visitante-. 'Tenemos una ligerísima ventaja para llevarnos el trofeo', entiende Del Bosque, hombre generalmente cauto en los pronósticos. Un punto de vista sobre el resultado del partido de ida disputado en La Romareda el domingo pasado (1-1) idéntico al que sostiene Txetxu Rojo, el técnico del club aragonés: 'Hay que admitir que tienen una ligera ventaja'.
Y los dos tienen razón. Está claro, el Madrid tiene ventaja porque marcó un gol en campo contrario. Un gol de Flavio Conceiçao desde fuera del área que obliga al equipo aragonés a ganar en el Bernabéu o, en su defecto, a empatar a dos goles o más. Lo que no está tan claro es el juego de los blancos, aún en fase de dudas. Ni tampoco la ubicación de sus jugadores de medio campo hacia arriba, sobre todo, la de Zidane. El francés no ha encontrado su sitio y pulula despistado por el ancho del campo, sin brújula, durante todo el verano, buscando a Figo y Raúl, pero sin encontrarles.
Así, Vicente del Bosque parece decidido a mover a sus peones y prepara algunos cambios de posición entre jugadores para el choque de hoy. Raúl, perdido en punta durante el verano, podría regresar a la posición en que lo utilizara el italiano Capello, o sea, de centrocampista por la izquierda. Así, Morientes, el único ariete puro de la plantilla madridista, regresaría al once inicial para convertirse en la referencia arriba. Y Solari perdería el puesto. El francés bascularía por toda la zona de tres cuartos de cancha con los dos obreros especializados, Makelele y Flavio, de escoba protectora por detrás de él.
Una reestructuración a la que Rojo responderá con su triple trinchera en la zona central del campo y dos tipos veloces con vocación de incordiar por las bandas: 'No habrá ningún cambio táctico'. Eso quiere decir que plantará tres medio centros fuertes, prácticos y duros: José Ignacio, Acuña y Galleti. Y dos laterales muy abiertos, el brasileño Esquerdinha y el madrileño Vellisca. Naturalmente, el esquema se completa con un mediapunta habilidoso, Jamelli y con la mole encargada de los goles, Yordi.
Y si el Zaragoza sabe muy bien a qué juega, al Madrid le sucede exactamente lo contrario: no tiene casi nada en claro, a pesar de que sólo ha incorporado a un jugador, Zidane, al bloque del año pasado. Y no sólo en ataque. La defensa madridista tampoco está destacando por su seguridad, y la ausencia de Helguera -un comodín que lo mismo se infiltra en el centro del campo que en la defensa- tampoco contribuye a que los blancos ganen en solvencia de retaguardia. Un panorama que según los jugadores del Madrid se 'arreglará con el tiempo'. Mientras tanto, los aficonados del Madrid han recibido el inesperado regalo de la rebaja del precio de las entradas para asistir al choque -500 pesetas vale una entrada- por la escasa expectación que ha creado el partido en una ciudad casi desierta. Y es que, aunque el partido sea ya oficial, en Madrid sigue siendo agosto.
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