UGT considera un 'fracaso' la reforma laboral porque fomenta la inestabilidad
'La reforma laboral es un fracaso. Antes lo decíamos porque era lo que creíamos que sucedería. Ahora tenemos datos científicos que lo prueban'. Ciriaco Hidalgo, secretario de Política Institucional de UGT de Cataluña, presentó con estas palabras la evaluación que hace el sindicato sobre los tres meses posteriores a la entrada en vigor de la última reforma laboral bajo el Gobierno del Partido Popular.
Después de la reforma, impuesta por decreto el pasado mes de marzo, se han firmado 15.000 contratos indefinidos menos que los derivados de la reforma laboral que en 1997 sí fue pactada con los agentes sociales.
Hidalgo admitió que, durante los últimos tres años, la situación de estabilidad laboral había mejorado, pero criticó que, en los tres meses posteriores a la reforma de marzo, esta tendencia se invirtió.Los datos con los que UGT analiza la evolución contractual se basan en las estadísticas del Ministerio de Trabajo referentes al primer semestre de este año.
Por lo que respecta a los contratos temporales a tiempo parcial, en los primeros seis meses de 2001 UGT observó una caída de 1.822 contratos, en comparación con el mismo periodo del año pasado.
En el caso de los contratos parciales, pero indefinidos, UGT denuncia que, el pasado mes de junio, la cifra fue la peor registrada a lo largo del último semestre: 4.412 contratos.
'Es evidente que, si analizamos globalmente el comportamiento de la contratación a tiempo parcial, no tan sólo no se ha reactivado con la reforma laboral, sino que ha disminuido', indica el comunicado de prensa difundido por el sindicato.
El decreto que introdujo nuevas regulaciones en las leyes del mercado laboral se hizo sin el consentimiento de UGT, que en aquel momento amenazó incluso con convocar una huelga general.
En la parte de la reforma referida a las pensiones, el Gobierno contó con el apoyo del sindicato Comisiones Obreras, circunstancia que abrió una brecha en la unidad sindical.
Los más perjudicados
UGT asegura que la reforma laboral perjudica sobre todo a los sectores más desfavorecidos, como los jóvenes, las mujeres, los inmigrantes y los mayores de 45 años. En este último caso, UGT destaca la disminución, en 168, de los contratos indefinidos realizados a partir de la última reforma.
Además, el sindicato acusa al Gobierno de imponer políticas 'economicistas', de no tomar en cuenta ni a los sectores sociales ni a las empresas y de no proporcionar instrumentos para la negociación colectiva. 'En el pacto de 1997 habíamos logrado reducir la temporalidad, crear mayor empleo y fomentar la estabilidad laboral. Con esta reforma vemos que todo el esfuerzo se ha desmoronado', se lamentó Hidalgo.
Otra de los puntos que inquietan a la central sindical es el aumento de los contratos eventuales, ligados a la producción: casi 40.000 más que en los primeros seis meses del año 2000.
También la formación se ha visto perjudicada por la última reforma laboral, según el sindicato. En el año 2000 se firmaron 433 contratos más de los firmados en lo que va de año.
'Las causas deben buscarse en el hecho de que no se identifica un objetivo formativo de este contrato. Al contrario, persiste una falta de relación entre la formación teórica y la práctica', sostiene UGT. Por ello, el sindicato considera que los contratos de formación actuales no están solucionando los problemas de especialización de que adolecen las empresas catalanas.
