EL CATÁLOGO DE SECRETOS DE LA DIOSA DE HOLLYWOOD

- ¿Cuándo surgió en ella la vocación de actriz?

Cuando le preguntaban de pequeña qué quería ser de mayor, Julia tan sólo contestaba: 'Quiero medir dos metros de altura'. Lo que de verdad deseaba ser era veterinaria. Sólo cambió de opinión cuando al acabar el instituto se dio cuenta de que no le apetecía seguir estudiando. Julia se fue a Nueva York con su hermana Liza y, por hacer algo, se apuntó a una academia de arte dramático.

- ¿Es cierto que tiene problemas con algunos compañeros de profesión?

Sí. Tiene fama de actriz difícil y algo irascible. Su compañero en Me gustan los líos, Nick Nolte, no le dirigía la palabra durante el rodaje y tampoco se hablaba con Hugh Grant en Notting Hill. Hay también unos cuantos directores que la tienen enfilada. Herbert Ross, realizador de Magnolias de acero, le recomendó que se apuntara a clases de interpretación, y Steven Spielberg ha jurado no trabajar nunca más con ella tras dirigirla en Hook.

- ¿Qué es lo único que no está dispuesta a hacer en el cine?

Rechaza los guiones en los que tenga que interpretar escenas de desnudo. Y no sólo eso, también exige dobles de cuerpo en los planos un poco atrevidos. No eran suyas las piernas ni las caderas al comienzo de Pretty woman, sino de una modelo llamada Shelley Michelle.

- ¿Cuál es el tema del que menos le gusta hablar en las entrevistas?Lo que se refiere a su relación con su hermano mayor, el también actor Eric Roberts. Aunque fue él quien le ayudó a introducirse en el mundo del cine, el mal rollo entre ambos viene desde pequeños. No le invitó a su boda con Lyle Lovett, ni, por supuesto, le recordó en su discurso de aceptación del oscar, y dicen que cuando Eric Roberts se divorció de su esposa, Julia pagó el abogado de su cuñada para que pudiera lograr la custodia de su hija.

- ¿Es cierta su fama de devoradora de hombres?

Julia Roberts siempre ha actuado con los hombres según su lema personal: 'Ámales y abandónales'. Ha tenido aventuras con media población masculina de Hollywood: Liam Neeson, Daniel Day Lewis, Richard Gere, John Malkovich, Ethan Hawk, Jason Patric, Dylan McDermott y otros cuantos, a los que hay que añadir gondoleros venecianos, camareros o profesores de gimnasia. Relaciones formales, en cambio, ha tenido pocas. A Kiefer Sutherland lo plantó tres días antes de la boda porque se enteró de que se la pegaba con una bailarina de strip-tease. Después sorprendió a todos casándose con el cantante country Lyle Lovett, pero su matrimonio sólo duró 20 meses. Últimamente parecía que había sentado la cabeza con el actor televisivo Benjamin Bratt, pero hace unas semanas han roto su relación después de cuatro años de noviazgo. Los rumores apuntan a que, de nuevo, otro actor se ha cruzado en su vida amorosa: George Clooney.

- ¿Y en lo referente a su propio sexo?

En una ocasión fue sorprendida besándose en un bar con una amiga y la foto dio mucho que hablar, pero sólo se trataba de una broma.

- ¿De qué parte de su cuerpo está más satisfecha?

Su mayor orgullo es su melena, que peina de mil maneras distintas. En la película Quédate a mi lado obligó a cambiar una frase del diálogo en la que Susan Sarandon ironizaba acerca de su belleza metiéndose con su pelo. Julia convenció al director para que en su lugar dijera que era demasiado dentona. Y es que el que se metan con sus dientes no le ofende en absoluto, pero su pelo es intocable.

- ¿Cuál es su principal afición?

Es una fanática de la calceta y el petit point. También le gusta cocinar. Su especialidad es la tarta de calabaza y suele hornear su propio pan.

- ¿Y en cuanto a vicios?

Aunque lo ha intentado muchas veces, no consigue dejar de fumar. Es muy aficionada a la cerveza y los extras de The mexican dan fe de la soltura con la que le pegaba al tequila durante el rodaje.