El PSOE señala la implicación del ex 'número dos' de Hacienda
La idea de que Enrique Giménez-Reyna dimitió de su cargo como secretario de Estado de Hacienda sólo por ser hermano de la presidenta de Gescartera, Pilar Giménez-Reyna, es cada vez más cuestionada por los partidos de la oposición. El portavoz parlamentario del PSOE, Jesús Caldera, acusó ayer al ex secretario de Estado de haber participado 'de forma activa' en 'esa inmensa estafa'.
'Ha habido toda una participación activa del número dos de Hacienda en las actividades de Gescartera, además de connivencias de carácter familiar', aseguró Caldera. El diario El Mundo publicó ayer que una empresa relacionada con Antonio Camacho, propietario de la agencia de valores, tenía su sede en la misma dirección de Madrid que un despacho de Giménez-Reyna. Jesús Caldera considera que el Parlamento debe investigar a fondo por qué dimitió el ex alto cargo de Hacienda.
El secretario socialista de Organización fue más allá al indicar que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, está 'tocado' por ser responsable de la Agencia Tributaria y por haber defendido al ex secretario de Estado.
También el líder de Izquierda Unida considera que entre Enrique Giménez-Reyna y Gescartera hay algo más que una relación fraternal con su presidenta. Para Gaspar Llamazares, las últimas noticias sobre el caso Gescartera muestran que el ex número dos del ministerio no dimitió porque su hermana presidía la sociedad, sino porque había intervenido en favor de la agencia de valores. Por lo tanto, el ministro de Hacienda 'mintió', a juicio del responsable de IU.
Otras responsabilidades
En el cruce de acusaciones, el Partido Popular aprovechó para intentar vincular al PSOE con el escándalo Gescartera. El secretario general del PP, Javier Arenas, señaló que la sociedad de valores nació en un periodo en que gobernaba el PSOE (1993). El dirigente popular sugirió la posibilidad de que algunas otras personas [en referencia a cargos socialistas] estén implicadas en este caso. El secretario socialista de Organización respondió a Arenas que el escándalo surgió en 1997, cuando el presidente del Gobierno, José María Aznar, ya había llegado al poder. Blanco advirtió de que los cargos del PP intentan 'desviar la atención'.
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