La zaga pierde a un equipo mejor armado y resolutivo
Al igual que viene ocurriendo cada temporada, el Barça no tendrá presumiblemente problemas para marcar goles. O al menos eso dicen los resultados de la pretemporada que acabó ayer en Inglaterra. El equipo azulgrana lleva un promedio de casi tres tantos por partido con independencia del nombre de los delanteros. Por la misma regla de tres, se advierten las disfunciones defensivas de siempre. Al Barça le cuesta defender.
- Kluivert, estelar. Pese a que Kluivert, Saviola y Rivaldo todavía no han coincidido en la alineación, el Barça ha llegado al marco rival por vías distintas: con dos extremos (Geovanni y Overmars) y un punta, retrasado o no (Kluivert); con un jugador de banda (Geovanni y/o Overmars) y un delantero (Kluivert y/o Rivaldo y/o Saviola) o con dos atacantes centrados (Saviola y Rivaldo). Los movimientos ofensivos se han visto siempre favorecidos por el excelente momento de forma de Kluivert, espléndido como media punta, tal como viene jugando en la selección holandesa, por detrás del ariete. Los goles han abortado un debate que puede supurar a cada tropiezo: jugar con extremos dejará de ser una norma de obligado cumplimiento.
- Xavi y el rombo. A Rexach nunca le gustó el doble pivote, así que ha recuperado la figura del rombo. Xavi ha venido actuando de medio centro de manera tan solvente como brillante. Liberado de la presencia de Guardiola, Xavi maneja con criterio al grupo siempre que se tira un paso hacia adelante y no se recoge. No parece tener sustituto,aunque el técnico confía en Rochemback, Gerard e incluso Frank de Boer. El nuevo dibujo permite alinear a dos volantes o interiores con un buen despliegue, y que son Rochemback por la derecha y Cocu por la izquierda, con Luis Enrique y Gabri como recambios. La punta del rombo queda de momento reservada para Kluivert, aunque Rexach dispone de muchos enganches, el puesto más repetido del plantel.
- Mala defensa. El Barcelona se muestra como un equipo versátil atacando, pues igual juega con un 4-4-2 que con un 4-3-3 o un 4-3-2-1. Defensivamente, en cambio, actúa con cuatro hombres: dos laterales y dos centrales. Los jugadores de banda son escasos y se ven superados con reiteración. Reiziger y Puyol defienden pero no atacan en la misma proporción que Sergi y Gabri, que atacan y les cuesta defender. De Boer puede reforzar cuando sea menester el lateral izquierdo, aunque se perfila como central zurdo, al lado de Andersson. El oficio y buen hacer del sueco contrasta con la desubicación de Christanval. Necesitan todos de un trabajo defensivo específico. La defensa ha sido vulnerable tanto por los flancos, por donde los rivales le atacan preferentemente, como por el eje, lugar en el que las desatenciones y falta de cobertura han sido evidentes.
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