La torería de Esplá

Una corrida de toros con Luis Francisco Esplá en el cartel es segura garantía de que uno se va a encontrar con un torero pletórico de sapiencia y torería. La torería que ayer desplegó, con bandera de privilegiado, en el coso de San Lorenzo de El Escorial. Maestría y torería puestas de manifiesto, sobre todo en la lidia de Pirata, el cuarto de la tarde, manso de toda mansedumbre y al que supieron lidiar Rafael Perea, Boni, y el maestro Esplá, como director de aquel prodigio, y que tuvo un brillante remate de un gran puyazo de Anderson Murillo. El torero de Alicante empezó toreando muy templado con la derecha, hasta que el morlaco se le fue a los tableros del tendido 4. Allí consiguió meterlo en la muleta y volvió a pasarlo con la diestra, sin que esta vez se le fuera. La tanda acabó con un afarolado y unos pases por alto de sabor antiguo para aliviar al astado. Una labor, la de Esplá, que llegó con mucha fuerza al público.

Antes, con el primero de la tarde, aprovechó la bondad del pitón izquierdo de un toro que por allí tenía mayor recorrido, para torearlo muy bien al natural, sobre todo en una tanda de cite frontal.

Luis Miguel Encabo realizó un toreo de clásico sabor y buena ortodoxia en el segundo. Una faena muy honda y ligada, que tuvo un tono menor en el toreo con la zurda. En cambio, con el quinto toro se colocó muy despegado y le dio una generosa ración de toreo con el pico. Estuvo muy por debajo de su excelente clase.

Jesús Millán se enfrentó al peor lote y salió airoso del trance. Muy superior a sus dos toros en ambas faenas, se empleó con coraje en el tercero, un manso sin recorrido, y dominó con un toreo de mano baja y trazo largo las encastadas embestidas del sexto.

La torería de Esplá culminó con el detalle de marcharse andando por la puerta de cuadrillas tras negarse a salir a hombros.