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Crónica:Clásica de San Sebastián | CICLISMO
Crónica
Texto informativo con interpretación

Jalabert vuelve a ser irresistible

El francés se impone en la carrera vasca con la solvencia de sus mejores años

Jalabert, a la una; Jalabert, a las dos; Jalabert, a las tres. No es una puja. Es un tipo en ebullición. El alto de Jaizkibel no conocía latigazos como los del francés desde los tiempos de Marino Lejarreta, cuando el ciclismo parecía una religión. Ataques y espectáculo. Jalabert. Su impulso reventó un pelotón de ilustrísimos, rescatados del Tour y clasicómanos. Sólo Rebellin, Belli y Casagrande consiguieron engancharse a la cadencia del corredor de Mazamet, el del rostro impasible y el cuerpo retorcido sobre el sillín por culpa de un accidente que el invierno pasado puso su carrera entre paréntesis e interrogaciones.

En la Clásica de San Sebastián todos se olvidaron del ciclista formado en el ONCE, que habla un castellano perfecto y que, sin embargo, llevaba un año sin pisar España. Pero aquí se le recuerda: ayer, en la salida, se despistó y arrancó el último entre una salva de aplausos. En la meta volvió a escuchar una ovación. Y el público, su grito de júbilo tras imponerse a sus tres compañeros de fuga. Casagrande (1998 y 1999) y Rebellin (1997) sumaban tres de las últimas cuatro victorias en la prueba y habían preparado la cita a conciencia, entrenándose sin competir. Jalabert viajó a la capital donostiarra a ver qué pasaba. No ganaba una carrera así desde 1997, así que este año se ha dedicado a embolsarse dinero en los criteriums de su país y a entrenarse más bien poco. Es su nueva forma de disfrutar del ciclismo, 'correr sin presión, sin grandes objetivos', una liberación para alguien encorsetado, y encumbrado, durante nueve años por las ambiciones del ONCE. Su descubrimiento del relax le ha concedido un segundo aliento.

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Con 32 años y sin apenas competir, ha logrado dos triunfos de etapa en el Tour, el maillot de la montaña y, ayer, la única prueba puntuable de este país para la Copa del Mundo. De paso, se ha reconciliado con la afición francesa y ha recuperado el respeto reverencial que se le profesaba no hace tanto. La prueba vasca tiene la costumbre de ningunear a los españoles, lejos siempre de las peleas decisivas. Ayer regaló a los aficionados un final majestuoso, un pacto entre caballeros que debía sonreír al más fuerte. O al más zorro. Jalabert, claro. Sus rivales empiezan a preguntarse cuándo se retirará.

Clasificación de la carrera: 1. L. Jalabert (CSC), 5h 17m 54s. 2. F. Casagrande (F. Bortolo), mismo tiempo. 3. D. Rebellin (Liquigas), m. t.. 4. W. Belli (F. Bortolo), m. t.Clasificación de la Copa del Mundo: 1. E. Dekker (Rabobank), 219 puntos. 2. D. Rebellin, 144. 3. G. Bortlomai (Tacconi), 131.

Laurent Jalabert alza los brazos al batir al <b></b><i>sprint</i> a sus compañeros de escapada.
Laurent Jalabert alza los brazos al batir al sprint a sus compañeros de escapada.JAVIER HERNÁNDEZ

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