_
_
_
_
OPINIÓN DEL LECTOR
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Accidentes laborales

No tengo animo de comparar, sobre todo porque todas las comparaciones son odiosas, pero ¿quien llora a estos muertos?, ¿dónde están las concentraciones ante las instituciones?, y ¿dónde las horas de información en los medios de comunicación con todo lujo de detalles, comentarios, lloros, condolencias y condenas?

Estos muertos tienen un gran problema: son muertos anónimos, no tienen ni padres, ni hijos, ni amigos, ni perro que les ladre. Por no tener, no tienen ni un motivo claro por el que han muerto. Pasan desapercibidos, no son más que un número para la estadística. Me niego a considerarles anónimos, y sobre todo, a que se crea que nadie es responsable. Todos y cada uno de ellos tiene quien les llore y dejan detrás una historia y un vacío, y sobre todo, hay responsables directos e indirectos de sus muertes.

A las muertes por la violencia común o la violencia política se les dan nombres como asesinato, crimen y homicidio. ¿Por qué el empeño de seguir llamando a éstas 'accidentes'? Podía decir que todos somos responsables, que la Administración debería controlar más, los empresarios poner los medios, los trabajadores cumplirlos y tener más cuidado, los sindicatos más acción sindical y así hasta un largo etcétera. ¡Pues no! Así no se debe repartir la responsabilidad.

Hay una ley de Prevención de Riesgos Laborales desde noviembre del 95 y que a día de hoy no se cumple en gran parte de las empresas. El máximo responsable de su aplicación es el empresario y la Inspección de Trabajo la que debe supervisar e imponer esa aplicación. Hoy nos encontramos con que la mayoría de los empresarios creen que les sale más rentable correr el riesgo de la inspección que poner los medios de prevención.

La Administración ha hecho la ley, y es la responsable de que se cumpla y el lehendakari como máximo representante de ella se debe mojar. Ya vale de dar siempre el mismo discurso ensalzando el esfuerzo de la clase empresarial para sacar adelante a este país y que siga callado ante las muertes continuas de trabajadores. No le pido un discurso, sino tomas de decisiones drásticas encaminadas a evitar esta imparable sangria.

No conozco a ningún empresario que invierta por generar puestos de trabajo. Todos y cada uno de ellos lo hacen exclusivamente para sacar beneficios y para ello utilizan todas las posibilidades que se les están dando: eventualidad, precariedad, contratos basura, despidos baratos y un largo etcétera. No podemos dejar al margen la responsabilidad que estas condiciones tienen en los 'accidentes' de trabajo. Después de todo esto, si sus beneficios corren peligro o no son los que ellos han calculado, no tienen ningún problema en dar el portazo. Mientras tanto, los trabajadores ponemos los muertos, por algo tan sencillo y natural como ir a trabajar.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_