Yegorova exprime el reglamento
La fondista rusa logra luz verde de la IAAF pese a su positivo por EPO
Si fuera ciclista, Olga Yegorova no habría tenido siquiera la oportunidad de presentarse en los Mundiales para intentar competir. Pero la rusa es atleta. No sólo se presentó en Edmonton pese a haber dado positivo en un control antidopaje el 6 de julio, sino que, tras forzar su vía, podrá competir el jueves en los 5.000 metros. Así lo determinó ayer la Federación Internacional (IAFF) en una decisión sintomática de la vaguedad, indeterminación, ambigüedad y contradicción en la lucha antidopaje.
Si en su orina se detecta eritropoietina (EPO), un ciclista es inmediatamente apartado de la competición, como sucedió en el Tour con Txema del Olmo. En los demás deportes no es posible. Y es que la Unión Ciclista Internacional es la única federación que ha homologado el método francés para detectar EPO exógena en la orina. La IAAF, al igual que el COI, sólo aprueba para la detección de la EPO, la droga predilecta de los corredores de fondo, el doble método sangre-orina: con un primer análisis sanguíneo se determina su presencia y con un segundo urinario se confirma.
Para enmarañar más el asunto, el Gobierno francés ha aprobado el método de sólo orina y establecido unos protocolos que le permite aplicarlo a cualquier deportista que participe en una competición en su país: el Tour, Roland Garros y... las reuniones de atletismo.
El pasado 6 de julio, en la Golden Gala de París, Yegorova, como El Guerruj, Boit-Kip-keter, Yator y Kipkosgei, se sometió a un test urinario anti- EPO. El día 25 se anunció su positivo. Pendiente del contraanálisis, viajó a Edmonton. La Federación, irritada, no tomó ninguna determinación. Y empezó su caso. Dio la alarma la rumana Gabriela Szabo, la reina del fondo destronada por los increíbles progresos de Yegorova, que la derrotó en los Mundiales en pista cubierta de Lisboa: 'Si ella compite en los 5.000 metros, yo no'. La IAAF decidió entonces suspender cautelarmente a Yegorova.
Ayer, sin embargo, todo cambió. Como si se hubieran caído del guindo, los federativos se dieron cuenta de que su organismo no admite la orina sola, con lo que el asunto está claro, para ellos: Yegorova puede competir porque en París no se le hizo el análisis sangre-orina.
Muy crecida, Yegorova compareció ante la prensa y dijo que nunca ha tomado EPO y que lo ha pasado fatal. Szabo, concentrada en los 1.500 metros, no quiere hablar todavía, pero su mánager ha dejado entrever que, finalmente, correrá los 5.000: 'Si no, sería regalarle una medalla a la rusa'.
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