El festival U-Zona Reggae vuelve a sus orígenesLa fiesta 'rasta' regresa, en su novena edición, a la población de Torelló

Tarea difícil la de describir un festival tan atípico como U-Zona Reggae, que desde ayer celebra en Torelló (Barcelona) su novena edición, y la dificultad principal radica en que por las páginas de un diario no se puede respirar el ambiente que desde primera hora de la tarde inundaba el recinto donde se celebra esta fiesta rasta. Al mediodía abrieron las puertas del festival, y sus primeros visitantes, mochila en ristre, se apresuraron para coger un sitio en la sombra para acampar. La cosa estaba más difícil que otros veranos, porque el espacio para colocar las tiendas de campaña se ha visto reducido por culpa del avance urbanístico. U-Zona Reggae regresó ayer a la población de Torelló como si no hubiera existido el año pasado, en el que se trasladó a Rubí, también en la provincia de Barcelona, con la intención de transformarse en un macro-festival. El regreso consiguió el objetivo de recuperar el 'ambiente familiar' y ya en la entrada se saludaron los primeros visitantes como si se conocieran de toda la vida.

A las cinco en punto de la tarde, como si de un espectáculo taurino se tratara, comenzaron las actuaciones musicales. A partir de ahí, y hasta el próximo domingo, sonarán en Torelló cerca de 1.400 minutos de reggae, con actuaciones de Pablo Mosés y Rico Rodríguez, como músicos más destacados de un cartel en el que la organización, como es costumbre, no anuncia ni día de actuación de los artistas ni la hora.

Torelló se transformó ayer, y seguirá así hasta el domingo, en algo parecido a un parque temático del 'buen rollito'. Si hay que guardar cola bajo el sol para entrar al recinto, 'no problem, buen rollito'; si no hay duchas suficientes, 'buen rollito, se espera o al río'; si no se conoce a nadie, 'aquí todos somos amigos, buen rollito y fuma de mi manzana'. El peculiar recinto tiene su propia mascota, María (nada difícil de encontrar); su moneda, el weiler, y sus zonas temáticas: escenario, río, talleres, tipis indios (que parecían recién salidos de Disneylandia), restaurantes exóticos y, por supuesto, tiendas oficiales de recuerdo. Mención especial para Bob Marley, del que se cumple el 20º aniversario de su muerte. En U-Zona se recuerda al cantante con un mural fotográfico y, sobre todo, con la música que él hizo popular.