Un hombre, asesinado en una nave abandonada de Villaverde
Un hombre de raza negra fue hallado ayer asesinado en una antigua nave de la fábrica Boetticher y Navarro, situada en el distrito de Villaverde. La víctima, de la que anoche se desconocía la identidad porque iba indocumentada cuando le encontraron los agentes del Cuerpo Nacional de Policía, murió como consecuencia de numerosos golpes en la cabeza propinados con un objeto contundente, según fuentes policiales.
El cadáver presentaba, además de las heridas en la cabeza, cortes en la cara, el cuello, los brazos y las piernas, según un portavoz del Samur-Protección Civil. Este cuerpo de emergencias acudió al lugar alertado por la policía y sólo pudo certificar el fallecimiento. Los facultativos estimaron que la víctima tenía entre 30 y 35 años.
La policía acudió al lugar alertada por una llamada recibida sobre las siete de la tarde en la que un desconocido explicó que varias personas estaban protagonizando una pelea en el interior de las antiguas naves fabriles, situadas en la calle de Cifuentes.
Ajuste de cuentas
En el lugar, según fuentes policiales, se reúnen habitualmente toxicómanos y traficantes de droga y ya en otras ocasiones se habían producido enfrentamientos violentos. Los agentes, que llegaron siete minutos después, hallaron el cuerpo sin vida del hombre tendido sobre un colchón en el interior de una de las naves.
Según fuentes policiales, que están investigando si el homicidio tiene relación con un ajuste de cuentas, el hombre podría haber fallecido sobre las 17.00, unas dos horas antes de que la policía recibiera el aviso. Tras el levantamiento del cadáver, éste fue trasladado al Instituto Anatómico Forense, donde los facultativos le practicarán hoy la autopsia.
Las naves de la antigua fábrica Boetticher y Navarro, abandonadas por la empresa tras su quiebra, fueron ocupadas en verano de 1996 por decenas de inmigrantes irregulares de origen africano, familias gitanas y algunos okupas, tras el desmantelamiento del poblado chabolista de la calle de Méndez Álvaro. En noviembre de 1997, tras un aparatoso incendio, todos ellos fueron desalojados de las naves de Boetticher y Navarro por orden de un juez, que también decretó el derribo y tapiado de los edificios para evitar nuevas ocupaciones.
Los vecinos de los inmuebles cercanos a las naves han alertado en numerosas ocasiones sobre la peligrosidad de la zona porque las instalaciones de la vieja fábrica habían sido ocupadas de nuevo. La proliferación de traficantes, drogadictos y prostitutas ha sido el motivo de las reiteradas protestas de los habitantes de este barrio de Villaverde. Según ellos, en el lugar donde ayer fue hallado el cadáver resulta 'imposible pasear'. 'No es que te atraquen, sino que directamente te apuñalan', según declaró un indignado vecino.
