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Rambla asume que el éxito del nuevo modelo de financiación depende de que la economía vaya bien

La oposición exige en balde datos concretos para estimar la supuesta bondad del sistema

Los portavoces de la oposición exigieron datos concretos para estimar la supuesta mejora que el modelo supondrá para las arcas de la Generalitat en relación con otras comunidades, pero Rambla sólo aludió a expectativas de crecimiento.

El presidente de la Generalitat y la mitad del Consell arroparon ayer a Rambla durante su comparecencia ante la Diputación Permanente de las Cortes Valencianas para dar cuenta del resultado de las negociaciones sobre el nuevo modelo de financiación autonómica pactado el pasado viernes entre el Estado y las 15 comunidades autónomas sujetas al régimen general -todas menos País Vasco y Navarra, bajo el régimen foral-.

Rambla ilustró su posición en las negociaciones en el seno del Consejo de Política Fiscal y Financiera con un ejemplo diáfano: 'Si la mejor empresa de España me ofrece un salario vinculado a un porcentaje de sus beneficios en lugar de un sueldo con un fijo anual de crecimiento, yo lo cojo'.

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Rambla se mostró convencido de que la Comunidad Valenciana es una gran empresa con un enorme potencial de crecimiento y defendió su argumento a partir de la evolución reciente de la economía valenciana.

Pero los portavoces de la oposición parlamentaria expresaron serias dudas sobre la capacidad de gestión del equipo que preside Eduardo Zaplana que, recordaron, ha logrado duplicar la deuda pública de la Generalitat Valenciana y elevarla hasta un billón de pesetas en los últimos seis años.

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El consejero de Hacienda, en sus sucesivas intervenciones, celebró el 'traspaso de ingresos' que entraña el nuevo modelo de financiación autonómica más allá del 'traspaso de servicios' desde el Estado hasta las comunidades autónomas que ha sido habitual hasta la fecha.

Los portavoces socialista, Antonio Moreno, y de Esquerra Unida, Joan Ribó, exigieron una y otra vez cifras concretas para establecer una comparación homogénea entre los fondos que el Estado se ha comprometido a distribuir entre las distintas comunidades autónomas. El único indicador disponible resulta ser la financiación por habitante estimada a partir del cierre contable de 1999, un índice que no resulta precisamente halagüeño para la Comunidad Valenciana. Sólo Madrid y Baleares, con menos competencias, como subrayó Ribó, reciben menos fondos per cápita.

Pero Rambla insistió en la imposibilidad de estimar las cantidades concretas a partir del carácter dinámico del nuevo sistema de financiación. Reiteró que en 2002 la Generalitat recibirá un billón cincuenta mil millones de pesetas. Y colgó la muletilla: 'Todo ello sin incluir el esperado mejor comportamiento tributario'.Las intervenciones de Rambla y de Ricardo Costa, portavoz del PP, incidieron en las felices expectativas tributarias de la Generalitat en los años venideros. Pero, sobre todo, incluyeron sucesivas loas al presidente de la Generalitat, a quien atribuyeron sin fisuras la paternidad del modelo de financiación pactado por unanimidad el pasado viernes.

Pero tanto Moreno como Ribó aprovecharon la presencia de Zaplana en la sesión parlamentaria para denunciar la campaña de promoción personal que el presidente de la Generalitat ha desarrollado durante los dos últimos años y poner en entredicho el éxito que le atribuyen sus correligionarios en tierras valencianas.

Rambla tuvo que admitir que el sistema de financiación que regirá durante los próximos cinco años responde, 'en líneas generales', al denominado modelo Zaplana.

Pero Moreno recordó que tales 'líneas generales' surcan todas las propuestas que se han barajado sobre posibles modificaciones en el modelo financiación autonómica desde hace años. Y aludió con extrema severidad al proceder del presidente de la Generalitat en los prolegómenos del acuerdo estatal: 'Sólo alguien que no entiende la política como un servicio a los ciudadanos sino como una plataforma para su exclusiva promoción personal es capaz de poner su nombre a un modelo de financiación autonómica'. Y apostilló: 'Y encima le sale mal'.

Moreno afirmó, a partir de los datos relativos a la financiación por habitante en las distintas comunidades, que el Estado ha 'castigado' la gestión económica del Consell.

Ribó planteó la misma cuestión en otros términos. El portavoz de Esquerra Unida recordó que la financiación autonómica se negocia entre el Estado y cada una de las comunidades autónomas, y lamentó que Zaplana hubiera evitado pactar una posición conjunta en las Cortes Valencianas para defenderla como exigencia territorial. 'Unos escriben libros', dijo en alusión a Zaplana; 'otros negocian', en referencia a la cúpula federal del PP y del PSOE; 'y siempre pierde el País Valenciano', concluyó.

El presidente Zaplana y el líder socialista Joan Ignasi Pla, ayer en el Palau de la Generalitat.
El presidente Zaplana y el líder socialista Joan Ignasi Pla, ayer en el Palau de la Generalitat.JOSÉ JORDÁN

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