Salvar a Macedonia
Una verdadera guerra civil ha estado a punto de estallar, una vez más esta semana, en Macedonia, un pequeño Estado balcánico que tiene el potencial necesario para crear importantes problemas tanto a la OTAN como a los Estados Unidos.
La élite eslava del país y los líderes de su minoría albanesa no han llegado a ponerse de acuerdo sobre el tipo de reformas que dieran a los albaneses una posición más equitativa en la vida nacional. Mientras tanto, un grupo insurgente albanés ha estado aprovechando el alto el fuego para reforzar sus posiciones, lo que ha provocado que en las líneas eslavas se haya estado pidiendo una nueva ofensiva. La intervención de la OTAN ha mantenido la paz por el momento, pero será necesaria una diplomacia occidental coordinada e intensa para evitar un conflicto étnico como el de Bosnia y Kosovo. (...) Parece que eslavos y albaneses están ya empezando a agruparse en dos enclaves hostiles, una partición que sería desastrosa para Occidente. (...)
La intervención estadounidense es decisiva para influir en los líderes albaneses, que desde la guerra de Kosovo ven a este país como aliado y protector, (...) pero salvar a Macedonia requiere el tipo de esfuerzo extraordinario que la Administración Bush quiere evitar en los Balcanes.
(...) Y es que, como tantas veces ha ocurrido ya en la zona, el coste en recursos diplomáticos y militares puede parecer alto, pero si no se paga ese precio ahora, habrá que pagar otro mucho mayor después.
Washington, 27 de julio
