Un menor quema un centro de drogodependientes en una travesura
Uno de los siete centros de atención a drogodependientes (CAD) del Ayuntamiento de Madrid, el situado en la calle de Minaya, número 7, en el distrito de Hortaleza, quedó ayer fuera de uso a causa de un incendio. Un chaval de 14 años lo quemó involuntariamente en una travesura. Le prendió fuego a un chamizo, levantado por un grupo de muchachos del barrio, que está colindante al CAD y las llamas se propagaron por la pared del centro. El incendio arrasó gran parte del interior del local. 'Ha sido una chiquillada, una travesura', afirmó una mujer.
Los chicos del barrio habían construido una cabaña en la parte posterior del CAD utilizando trozos de andamios, puertas viejas, un somier, un banco y chatarra recogida de la calle. Ahí se reunían cuando pegaba mucho el sol en la calle, para charlar o para descansar un rato a la sombra después de jugar al fútbol en una cancha de baloncesto que tienen al lado con los aros de las canastas arrancados de cuajo.
Fuego con un bote de pintura
Unos menores estaban a las ocho de la tarde dentro del chamizo. Otro chico, Jorge Miguel, de 14 años, según unos muchachos, trató de entrar, pero los otros no le dejaron. 'Es que les cae mal, porque fuma y se hace el chulo', explicó ayer un adolescente. 'El chaval se mosqueó y les dijo que les iba a quemar la cabaña. Entonces sacó un mechero y quemó un bote de pintura que había fuera de la cabaña, sin que le vieran desde dentro', explicó ayer Aimar, de 15 años, un chico delgado, de pelo largo, vestido con una camiseta roja descolorida con el rostro del Che Guevara y con el lema Prefiero morir de pie a vivir de rodillas.
'Los chicos intentaron apagar el fuego, pero no pudieron porque ya había cogido la pared de la cabaña. Todo fue muy rápido. Entre varios tiraron una puerta encima de las llamas para ahogar el fuego, pero luego la levantaron y salió una llamarada más grande todavía. Enseguida el fuego subió por la pared del edificio, que tiene pintura de plástico, y prendió rápido', añadió Guillermo, de 13 años, de pelo corto, vestido con una camisa de Bart Simpson con gafas de sol y unas tablas de surf. 'En vez de tirar piedras al fuego, lo que teníais que haber hecho es llamar a los bomberos', les recriminó una señora.
'Salían unas llamas y un humo negro...', recordaba Guillermo. 'Para cuando llegaron los bomberos, ya se había quemado medio edificio', concluyó. El fuego reventó varias ventanas y gran parte de la pared del CAD. Se propagó por el interior del centro e hizo explosionar un par de extintores. La parte posterior del edificio de atención a drogodependientes ha quedado destrozada tanto en la primera como en la segunda planta.
Los bomberos tuvieron que forzar la verja metálica de la puerta de entrada para acceder al interior del centro y apagar las llamas.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.