Pujol, Vergés, Aznar

Apreciado presidente: en la rueda de prensa del 24 de julio dijo que mi padre, el editor Josep Vergés Matas, 'seguro que merecía' la Cruz de Sant Jordi pero que no se la dieron porque 'nunca nadie la pidió'. En 1997, José María Aznar le entregó la Gran Cruz de Alfonso X el Sabio. Poco después recibía un homenaje en el Motel Empordà, organizado por la Fundación Pla, Frank Kerl, sobrino y heredero de Josep Pla, y Josep Martinell, amigo y biógrafo del escritor. Yo leí unas cartas que me había escrito cuando la persecución política de Destino, explicando antes: 'Hoy Figueres homenajea a mi padre, el editor Josep Vergés, con escritores, amigos y algún político que a veces dice collonades. El presidente del Gobierno ha cerrado el año Pla otorgándole la medalla de Alfonso X el Sabio, la máxima castellana. No tiene ninguna catalana, así de pequeños somos'.

El escritor mallorquín Valentí Puig ha hecho gestiones durante años para que la Generalitat reconociese a mi padre, las mismas que recibieron una respuesta inmediata de Madrid. La hermana de Carmen Martín Gaite, Ana María, me decía en el funeral, como me han escrito muchos intelectuales madrileños, todo lo que deben las letras castellanas a mi padre. También le debe mucho la literatura catalana, con la obra completa de Pla al frente, el Shakespeare de Cataluña, pero también con la cultura de la libertad que promovió durante décadas de censura bestia a la revista Destino. Pere Gimferrer lo describe exactamente: 'Tenía una importancia de la cual el lector hoy difícilmente se puede formar idea. El impacto sólo es comparable al que como diario tiene La Vanguardia'.

Perdone que le envíe una carta pública, pero usted mismo se ha excusado de lo mal que va el correo, con su pésame recibido con 10 días de retraso.