_
_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El metro del futuro

Suspensión de líneas (la 9 y la 2), estaciones cerradas (Nuevos Ministerios), accesos cerrados (Usera) y probabilidad de cerrar otros (Arturo Soria, Conde de Casal, Simancas, García Noblejas).

Teniendo en cuenta que todo lo que sea mejorar las instalaciones y la apertura de nuevas estaciones es, en principio, positivo, surgen, sin embargo, preguntas: ¿por qué todo esto coincide en el tiempo?

¿No sería mejor realizar las obras de una en una y así no perjudicar a los usuarios? ¿Por qué tanta prisa? ¿Es que hasta ahora no eran necesarias esas obras? ¿Es que ahora a Metro le sobra el dinero? ¿Por qué construir una línea rápida al aeropuerto sin hacer parada en un barrio necesitado de metro como Pinar del Rey?

¿Por qué si la mayoría de los usuarios del metro lo utilizan para ir a trabajar no se construyen líneas que unan barrios y trabajadores a sus centros de trabajo en vez de la línea del aeropuerto? ¿Por qué se gastan miles de millones en un canal privado de televisión?

Algo es evidente: Metro no tiene dinero para hacer las ampliaciones, y entonces, ¿cómo lo consigue? Por una parte (línea 8), de fondos de la Unión Europea, y por otra (metrosur), endeudándose con bancos por cientos de miles de millones, hipotecando hasta la recaudación de las taquillas.

Pero no se conforma con gastar el dinero público (de todos, aunque parezca que lo pagan ellos cuando inauguran estaciones), sino que actúan como una empresa privada para obtener dinero, aumentan los ingresos subiendo las tarifas de manera abusiva y reducen costes de varias formas: por un lado, ajustando la oferta a la demanda (las famosas encuestas del número de viajeros), tanto que lleva a reducir el número de trenes a niveles insoportables, y, por otra, firmando un pacto con varios sindicatos que implica que en los próximos cuatro años los empleados de Metro no tendrán subida salarial, ya que el aumento del sueldo sólo se produce como consecuencia de un aumento de la productividad y es motivado por el ahorro ocasionado por la misma. Esto lo notarán los usuarios en un empeoramiento de la calidad del servicio, en principio en metrosur, y en un futuro próximo en todo Metro, ya que el número de empleados para atenderles disminuirá en un 50% aproximadamente (de hecho, en el metrosur no habrá taquillas).

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Si entre todos no ponemos remedio, dentro de poco en las estaciones sólo habrá máquinas y vigilantes con uniformes paramilitares. ¿Ese mundo feliz es el que queremos para el futuro? Si a esto le añadimos que en ese pacto para los próximos cuatro años se va a dividir el Metro por líneas, que funcionarán de manera independiente unas de otras, tenemos el cuadro perfecto para la privatización, empezando por las más rentables.

O sea, que primero se gasta, con prisa, nuestro dinero en infraestructuras, trenes, canales de televisión, etcétera, para luego venderlo todo, por cuatro pesetas y media, a un empresario privado que se forrará (ya que no tendrá que hacer ninguna inversión) gracias al esfuerzo de todos los usuarios y empleados.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_