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Los ediles socialistas de Puebla de Guzmán relevan al alcalde, apartado del PSOE tras decir que le acosaron

La Guardia Civil desaloja el salón de plenos por las protestas contra la nueva regidora

La crisis se desató durante la primavera. Ramos sorprendió a todos cuando se quejó públicamente de que Felisa Moreno había puesto en su contra al grupo socialista porque él se negó a mantener una relación sentimental con ella. Desde ese momento, los ediles del PSOE se negaron a asistir a los plenos.

La Corporación de Puebla de Guzmán, localidad que tiene en el cultivo de la fresa y de la mandarina su principal fuente de riqueza, está constituida por siete concejales del PSOE, dos del PP y dos de IU. La dirección provincial socialista ha abierto un expediente de expulsión del partido contra Ramos.

Los nervios estaban ayer desatados entre los vecinos antes del pleno en Puebla de Guzmán, localidad de la deprimida comarca onubense de El Andévalo de 3.000 habitantes. Decenas de personas se agolparon ante las puertas de la Casa Ducal, un centro cultural que el ya ex alcalde designó como sede del pleno.

La moción de censura contó con el apoyo de la dirección del partido en Huelva, Sevilla y Madrid, según el secretario de Organización del PSOE onubense, Mario Jiménez. El portavoz local socialista, Vicente Serrano, justificó la medida en la ingobernabilidad en la que había caído el Ayuntamiento bajo el mandato de Ramos, un estudiante de Derecho de 34 años.

Felisa Moreno, entre el griterío que llegaba a través de las ventanas, intentó ser constructiva: 'Ha comenzado una nueva etapa para este pueblo'. La alcaldesa, que trabaja como administrativa, agradeció el apoyo que ayer recibió de representantes de la Junta y de la Diputación.

Ramos, con los ojos enrojecidos, visiblemente emocionado, dijo, mirando uno a uno a sus ex concejales: 'Mentís, mentís. Cualquier pretexto vale para echarme mierda encima. Habéis dejado de hacer muchas cosas, hay proyectos en marcha para este pueblo, pero vosotros no habéis trabajado'.

Tras la votación, Felisa Moreno caminó los 800 metros que separan su vivienda de la Casa Ducal abrazada a unos familiares y escoltada por seguidores y representantes de la Ejecutiva provincial socialista, entre ellos el delegado de Empleo de la Junta, Manuel Alfonso Jiménez, y por el responsable de Agricultura de la Diputación, Pedro Medero. Detrás marchaban unos diez agentes de la Guardia Civil y varias decenas de hombres, mujeres y niños. Alguien gritó: 'Ésta no entra al Ayuntamiento'.

Por otra zona del pueblo, Ramos se retiró despacio hasta su casa, acompañado por decenas de ciudadanos que, al pasar por delante del Ayuntamiento, le pidieron que saludara desde el balcón. Un agente de la Policía Local, llorando, le abrió la puerta del Consistorio. Pero el ex alcalde, desde la acera, pidió tranquilidad, dio las gracias y les instó a que se marcharan a sus casas.

A la izquierda, la alcaldesa tras el pleno de ayer en Puebla de Guzmán. A la derecha, Ramos, en el debate.
A la izquierda, la alcaldesa tras el pleno de ayer en Puebla de Guzmán. A la derecha, Ramos, en el debate.LOGAN

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