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El presidente de la Junta de Andalucía, Manuel Chaves, reiteró ayer en tres ocasiones su 'voluntad política de firmar un acuerdo' sobre el nuevo modelo de financiación autonómica que se abordará el próximo viernes en el Consejo de Política Fiscal y Financiera entre representantes del Gobierno central y de todas las comunidades, a excepción del País Vasco y Navarra.

No obstante, el dirigente socialista quiso separar dos temas de la negociación. Por un lado, lo que Andalucía debe 'recuperar' de la deuda con el sistema que ahora acaba (1996-2001) en relación a la evolución de los ingresos tributarios del Estado y por el censo de población no reconocido en las transferencias; y por otro, la 'adicionalidad' que le corresponde por la aplicación del nuevo sistema en el que el punto de partida debería ser, a juicio de los socialistas, lo que la comunidad debería haber recibido por una regla de evolución distinta a la que se le ha aplicado.

Chaves consideró 'insuficientes' los 250.000 millones de pesetas de más ofertados por el Gobierno de la nación, aunque precisó: 'No es condición sine qua non para no firmar el acuerdo'.

Respecto a la retirada de los recursos de inconstitucionalidad presentados por la Junta de Andalucía a todos los Presupuestos Generales del Estado por la aplicación de la financiación autonómica, Chaves la condicionó a que haya acuerdo sobre la deuda contraída con la comunidad 'pero eso no puede ser un impedimento para acuerdos', volvió a subrayar.

El presidente de la Junta negó que 'haya roces' entre las comunidades gobernadas por el PSOE sobre el reparto del nuevo sistema, ya que 'Andalucía, a estas alturas, no tiene ni un solo documento ni una propuesta formal del Ministerio de Hacienda para poder sacar conclusiones adecuadas', aunque sí admitió 'tener informaciones verbales'. Para Chaves los criterios de reparto no pueden ser 'arbitrarios' sino 'relativos' como los índices de pobreza, población o insularidad.