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Entrevista:MIGUEL INDURAIN | Ex ciclista

'Mi dopaje favorito era comer bien'

Pregunta. ¿Es ya un carroza?

Respuesta. Depende para qué. Para andar en bicicleta, sí.

P. ¿Ha estado en el Tour por nostalgia?

R. He estado para ver el ambiente, porque antes no lo veía;para ver lo que es la historia del Tour, y saludar a la gente.

P. ¿Tiene más mérito subir el Tourmalet o correr el encierro?

R. Pues lo del encierro no lo sé, porque no he ido nunca ni tengo intención de ir. Entonces, subir el Tourmalet tiene más dificultad.

P. ¿San Fermín y usted son lo más glorioso de Navarra?

R. No, somos diferentes. Yo soy conocido en esta época y él es mucho más conocido a nivel mundial.

P. ¿Está seguro?

P. Sí. El ciclismo se vive más en Europa, pero en otros países, yo lo he visto, no saben de qué va.

P. ¿Cómo anda de jotas?

R. Mal.

P. ¿Sería capaz de exhibirse?

R. De cantar, nada. Desde pequeño, cuando teníamos clase de música me mandaban callar.

P. ¿Cuándo ganó sus primeros cien millones?

R. Pues no lo sé. No llevé la cuenta, pero sería después de ganar el primer Tour. Hasta entonces, tampoco tenía un contrato muy elevado.

P. ¿Hacienda le brea?

R. Sí. Una pierna era para Hacienda y otra para mí.

P. ¿Ahora ya son suyas las dos piernas?

R. Sigo pagando lo que me corresponde. Como no tengo ingresos, pago lo que tengo de rendimiento.

P. ¿ De qué vive?

R. Pues de esos años de esfuerzo que he tenido. Y luego tengo siempre algún trabajillo. Pero no he montado grandes negocios, ni nada por el estilo.

P. Tiene buenos ahorrillos.

R. Trabajo, tengo cosas, y tiro de los ahorros, que el dinero es para gastarlo también.

P. ¿Su mujer siente celos de la bicicleta?

R. No. Lo que decía es que me quitaba muchas horas y muchos días. Pero sabía que, aunque me gustara, era por trabajo, no porque me gustara ir por ahí de paseo.

P. Dicen que ella corta mucho el bacalao.

R. Sí. Las mujeres mandáis en casa siempre . Fuera, también, pero en casa, mandáis.

P. También dicen que usted no es consciente de su propio mito.

R. Sí me doy cuenta, pero tampoco le doy más importancia. Tuve una época, la viví y la llevé lo mejor que pude, porque es difícil llevarla. Pero tampoco intento mantenerme en ese carro.

P. ¿Sus hijos apuntan maneras con el triciclo?

R. No sólo con el triciclo, sino que viven el mundo del deporte, que nos gusta como familia. Un día vemos tenis, otro fútbol, otro ciclismo.

P. Cuando fue a Roma y regaló la camiseta al Papa, ¿se la puso?

R. Le regalé una bicicleta y la maglia rosa, pero no se la puso.

P. ¿Qué tal pedalea Su Santidad?

R. Yo creo que bien. Es un poco de mi equipo. He vivido siempre esa historia en casa, y la sigo viviendo todavía.

P. Los obispos han hecho un Decálogo del Veraneante Cristiano: reza en familia, ve a misa, huye del hedonismo. ¿Cómo lo ve?

R. Bien. Cada uno tiene sus ideas, ellos también, el que quiere las sigue y el que no, no.

P. ¿Usted cómo anda de hedonismo, de placer, de disfrute?

R. De vez en cuando. La vida también hay que disfrutarla. No todo va a ser trabajar.

P. ¿Y cómo disfruta?

R. En una cena con amigos, con familiares, dando un paseo en bici o saliendo por ahí de fiesta.

P. ¿Tiene director espiritual?

R. No. Ahí no llego.

P. ¿Cuál era su dopaje favorito?

R. ¿Mi dopaje favorito? [Tenue risa] Comer bien, entrenar más y descansar. Usar productos es cuestión de días. Si estás fuera de tus límites, al final lo pagas.

P. ¿Echa en falta el podio, los besos y las flores de las señoritas fin de etapa?

R. Hombre, eso es la parte buena de la bicicleta. Pero lo que hay que entrenar y lo que hay que sufrir para llegar ahí, ahora mismo no lo echo en falta.

P. ¿Qué le diferencia a usted de un marchoso?

R. Pues un poco lo que me gusta hacer: a él le gustará ir de marcha y a mí dar un paseo con la bicicleta.

P. ¿Cree que siempre le irá todo sobre ruedas?

R. No. La vida es muy dura. Y con las ruedas a veces hay muchos pinchazos.

Miguel Indurain en su casa de Finestrat, en Alicante.
Miguel Indurain en su casa de Finestrat, en Alicante.JESÚS CISCAR

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