China olímpica, un primer paso

El deporte fue concebido en su momento como un nexo de unión entre países, culturas o políticas. Al principio, durante la celebración de los Juegos se detenían las guerras y los conflictos se aparcaban. Hoy en día no pasa, lo cual no significa que no deseemos que así sea.

Quiero decir con esto que me parece formidable que se le haya concedido a Pekín la organización de los Juegos Olímpicos de 2008.

La República China no es un régimen liberal, ni moderno, ni está dentro de los cánones que los demócratas creemos que sus ciudadanos se merecen. Pero es un país extraordinario, inmenso y muy influyente.

Creo que el COI ha hecho bien dándole la oportunidad de demostrar de lo que son capaces, y, así, intentar que formen parte amigable de la comunidad internacional.

Yo no conozco su idiosincrasia, no creo que se pueda ni se deba decirles cómo tienen que gobernarse, pero pienso que la organización de estos Juegos les permitirá abrirse al mundo, lo cual es un buen primer paso.