Un hombre muere apuñalado en Alcobendas por un ajuste de cuentas

Dos nuevos crímenes han aumentado hasta 44 el número de homicidios en la región en lo que va de año. La policía investiga la muerte de un hombre que murió desangrado ayer tras recibir dos puñaladas en una transitada avenida del polígono empresarial de Alcobendas. Por otro lado, los investigadores tratan de aclarar la causa de la muerte de un hombre cuyo cadáver maniatado y semidesnudo fue encontrado en la madrugada de ayer en la cuneta de la autovía de Barcelona.

David Eugenio Quintero Arrendando, chileno de 37 años, agonizaba con la camisa teñida de sangre a las once de la mañana de ayer en la transitada avenida de la Industria, 32, junto a una sucursal bancaria del polígono industrial de Alcobendas. Varios ciudadanos se acercaron al herido al ver que se desangraba de dos puñaladas mortales.

Un particular trató de salvarle la vida, le metió en su vehículo y le trasladó al hospital La Paz. El herido ingresó en urgencias a las 12.38, pero los médicos no pudieron hacer nada por librarle de la muerte. 'Quintero había perdido mucha sangre y falleció diez minutos después de su ingreso', explicó ayer un portavoz del hospital.

Quintero fue asesinado en un ajuste de cuentas, supuestamente por un asunto relacionado con el tráfico de drogas. El fallecido carecía del permiso de residencia. Nació en Santiago de Chile y tenía antecedentes por delitos de daño, hurto contra la ley de Extranjería y robo con violencia e intimidación. Además, dos juzgados de Barcelona habían emitido sendas órdenes de busca y captura contra él, una de ellas por un delito de robo con violencia e intimidación. La policía no especificó el motivo de la segunda. La Brigada de Policía Judicial investiga quien le ha asestado las dos puñaladas mortales a Quintero y por qué.

Cadaver en la cuneta

Un conductor de autobús de la Empresa Municipal de Transportes encontró un cadáver a las 4.55 de ayer, tirado en la cuneta de la carretera de Barcelona (N-II), en el término municipal de Madrid. Se trata de un varón que tenía las manos atadas a la espalda, llevaba calzoncillos y una camiseta interior de color gris.

La policía no encontró junto al cuerpo documento alguno con el que concretar la identidad del fallecido, pero sabe que se trata de un inmigrante suramericano, de entre 30 y 35 años. El cadáver carece de signos externos de violencia, por lo que no se conocerá la causa exacta de la muerte hasta que se realice la autopsia en el Instituto Anatómico Forense.

Los investigadores creen que se trata de un homicidio porque el cadáver estaba maniatado. Lo más probable es que el cuerpo fuera arrojado a la cuneta desde algún vehículo. Los agentes desconocen el detonante del homicidio, aunque creen que pueda deberse a otro ajuste de cuentas.

Por otra parte, F. M., marroquí de 30 años, se ahogó ayer en la piscina de la finca-vivero La Veguilla, en Villaviciosa de Odón, informa F. J. Barroso. El fallecido, que dejó su ropa junto a la pileta, fue hallado a las 10.30 flotando desnudo, según informó un portavoz de la Guardia Civil. Supuestamente sufrió un corte de digestión.