Quema de rastrojos
¿Acaso no está más que demostrado que la quema de rastrojos es perjudicial para todos? Acaba con cientos de crías de aves, con reptiles, con millones de insectos, daña la tierra, calienta la atmósfera, crea una nube de cenizas que inundan las casas de los pueblos, provoca accidentes en las carreteras, etcétera. Sin embargo, la seguimos sufriendo todos los veranos.
Desde los organismos competentes tan sólo se les obliga a los propietarios de las fincas a pedir permiso antes de iniciar la quema de rastrojos y suelen ponerles dos días a la semana. Pero, incluso así, la realidad es otra. Meten fuego a sus tierras cuando les da la gana y algunos se atreven a decir que ellos no han sido. Es curioso que ardan los rastrojos involuntariamente y, sin embargo, no ardan cuando todavía son trigales. A estas alturas, ¿a quién pretenden engañar?
Desde el Sindicato de Obreros del Campo (SOC) denunciamos esta práctica, que no tiene razón alguna de existir. Y pedimos a los gobiernos que pare esta barbarie, que prohíban de una vez por todas la quema de rastrojos. También le pedimos una reflexión a la consejera de Medio Ambiente, ya que proviene de los movimientos ecologistas, para que tome cartas en el asunto.
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