Moneo repetirá la idea de los cubos del Kursaal en una iglesia de San Sebastián

El arquitecto Rafael Moneo, que está construyendo la nueva catedral de Los Ángeles (EE UU) tras los daños sufridos en la antigua de Santa Bibiana por los terremotos de 1994, se mostró inicialmente reacio a realizar la iglesia donostiarra, aunque finalmente aceptó la propuesta formulada hace un año por el Obispado, explica Edorta Kortadi, asesor artístico del Patrimonio Diocesano.

La maqueta de Moneo son dos cubos unidos por un claustro central, que crean 'un conjunto arquitectónico muy sencillo, a la vez que original y moderno, como es característico en la obra del autor', sostiene Kortadi.El proyecto de Iglesia encaja con la visión 'minimalista y racionalista' de Moneo, con formas sencillas reducidas a lo esencial. 'Se nota que ha trabajado la idea a conciencia', agrega Kortadi. Uno de los cubos está planteado como un lugar de servicios para los vecinos del barrio y el segundo se reservará para el culto religioso. El claustro central, por deseo de Moneo, según Kortadi, será un espacio destinado al 'encuentro con otras religiones y como escenario para conciertos, conferencias...'.

El diseño avanzado por el arquitecto ha satisfecho al Obispado, sobre todo porque 'el interior va a ser muy sorprendente'. Tendrá forma de cruz y resaltará la claridad que aportarán las 'paredes de luz', unos tabiques que desprenden luminosidad a través de unos cristales. El Obispado no quiere todavía dar más detalles de las características del proyecto de Moneo, aunque califica la muestra presentada como 'muy interesante y sorprendente', afirma Kortadi. Vista la idea global del proyecto, el Obispado tiene la intención de encargar la iconografía de la iglesia a jóvenes artistas vascos. 'La visión del dolor humano que se desprende de los trabajos de Darío Villalba', explica Kortadi, 'encaja perfectamente en este lugar', así como los 'tapices vegetales' que ahora confeccionan los denominados artistas ecológicos. La contratación de artistas consolidados y en ciernes es una apuesta que la Diócesis puso en marcha a partir de la instalación de la cruz en alabastro, obra de Eduardo Chillida, en el pórtico de la catedral del Buen Pastor y de la colocación de una versión de La Pietá realizada por Jorge Oteiza, en la fachada de la iglesia de San Vicente, la más antigua de San Sebastián.

La última de cuatro La de Riberas de Loiola será la última de las cuatro iglesias que se han construido recientemente en San Sebastián. El Ayuntamiento donostiarra y el Obispado acordaron una permuta de terrenos según la cual pasaba a propiedad municipal la parcela donde tenía su residencia el primer obispo de San Sebastián, actualmente ocupada por bloques de viviendas. La Diócesis recibió a cambio espacios públicos para construir las iglesias de Ibaeta-Errotaburu, Venta Berri, Intxaurrondo y Riberas de Loiola.

La de Venta Berri, inaugurada en octubre de 1999 por el entonces obispo José María Setién, es el más claro ejemplo de la nueva concepción de la arquitectura y el arte religiosos. Está alojada en los soportales de un edificio de viviendas y es obra del arquitecto Xabier Unzurrunzaga. El también arquitecto Ramón Ortega ha diseñado la iglesia de Ibaeta-Errotaburu, mientras que la parroquia de Intxaurrondo es de Pérez de San Román.