Una compañía de Taiwan desvela la magia de la ópera china antigua
El grupo de Hang Tan Yue Fu actuará tres días en Madrid
Cinco bailarinas y cinco músicos, junto a dos técnicos, integran la compañía que fundó y dirige Chen Mei-O en un espectáculo elegante y refinado que utiliza instrumentos de cuerda, viento y percusión que se remontan al siglo XII. Como un aliciente más de esta singular ópera tradicional china, el diseño de vestuario ha corrido a cargo de Kam-Tim Yip, el director artístico de Tigre y dragón, que recibió un Oscar por su trabajo en esta película de Ang Lee.
Dividida en dos partes, la representación de El banquete en el jardín del emperador incluye un primer bloque más de concierto y un segundo que combina música y danza. 'Se trata', comentó la directora, Chen Mei-O, 'más de un concierto de orquesta que de una ópera china propiamente dicha. Es, por tanto, un montaje más musical que teatral'. Este espectáculo, que cierra la temporada del Círculo de Bellas Artes, de Madrid, se representará los próximos días 17, 18 y 19 de julio tras haber desfilado recientemente por la Bienal de Lyón, donde entusiasmó al público francés. 'Los espectadores verán en la escena', advirtió la directora de la compañía, 'un lenguaje muy antiguo, refinado y elegante que se remonta en algunos aspectos a un siglo o dos antes del nacimiento de Cristo'. Estas óperas se escenificaban sólo en la corte imperial, único espacio donde estuvo permitido, durante varios siglos, que actuaran mujeres.
La compañía Han Tang Yue Fu ha combinado durante sus 18 años de vida las representaciones por varios países de Asia y de Europa con la investigación musical. Los bailarines y músicos del grupo proceden de los departamentos de arte dramático y música de las universidades de Taiwan. Ahora bien, una vez que se integran en la compañía, reciben una formación suplementaria.
'Nuestras óperas se consideran la música china más antigua que ha pervivido hasta la actualidad', manifestó ayer Chen Mei-O a los periodistas. La razón de una pervivencia mayor en Taiwan que en la China continental obedece a las continuas migraciones, desde hace 400 años, desde el sur del continente hacia la isla, segregada políticamente del resto del país desde el triunfo de la revolución comunista en 1949. Con la apertura del régimen socialista, a partir de los años ochenta, esta compañía de Taiwan, financiada por capital público y privado, ha podido actuar en Pekín y en Shanghai en los últimos tiempos.
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