_
_
_
_
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Hay balance: ¡A atacar!

Cuando las primeras montañas aparecen en el horizonte, llega la hora de los balances. Ley de vida, ley de Tour. Con la trampa de las etapas de media montaña acechando, con la resaca de la crono, con la fatiga de las etapas de llano, llega el momento de la reflexión, la oportunidad para la duda. Aparece el consejo de administración: ¿cuánto hemos invertido aquí? ¿tanto? ¿y sólo eso hemos conseguido? ¿sólo? No, no, no, debemos cambiar la táctica, hay que pasar a la acción. Otros las cuecen más optimistas. ¿Todo eso hemos perdido? pues bien, que remedio, a aprovechar la libertad de movimiento, y, algo es algo, a olvidarnos de la tensión.

Los sprinters rápido cuadran sus cuentas. Con una mano, no más. Son tres dedos, tres, como los Tours que persigue Armstrong. Y dos son para Zabel. Y uno para Kirsipuu; y al resto nada, ni las migajas, porque un segundo o un tercero, en el Tour, apenas vale nada. ¿Y qué les queda? Poco. París, su paraíso, y poco más. Si acaso el día anterior, o, si la suerte acompaña, cosa que dudo sabiendo lo cara que se cotiza aquí una etapa, alguna otra oportunidad.

Los otros, la gran masa, la materia viviente y coleante del pelotón, digamos el volumen, esos que, como yo, no son sprinters, ni escaladores, ni por supuesto favoritos para el podio, comienzan ahora a soñar. Ese tiempo que llevas perdido en la general te alimenta, te da margen, te da la chispa necesaria para luchar. Ese perfil dentado que ahuyenta la esperanza del sprint te excita, te emociona, te brinda una oportunidad. Así que mañana saldrás a por todas. Y con las piernas masajeadas, los dientes apretados, y un café doble para calentar, no pararás hasta que en el coche, suene por radio vuelta tu dorsal.

Pedro Horrillo es corredor del Mapei.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_