Las universidades recibirán 10.000 millones más al año hasta 2005 para enjugar su deuda

El presidente regional, Alberto Ruiz-Gallardón, se congratuló ayer de que su Consejo de Gobierno resolviera aprobar un programa marco a cinco años para las seis universidades públicas (190.000 alumnos), que va a suponer un saneamiento de su situación financiera actual (6.000 millones anuales de déficit y 23.000 millones de deuda acumulada). El presidente -que calificó este programa quinquenal como 'el acuerdo económico más importante dotado nunca por la Comunidad'- explicó que prevé entre 2001 y 2005 una subvención para las seis universidades públicas de 614.331 millones de pesetas, de los que 590.331 irán destinados a gastos corrientes (el pago de nóminas del personal y mantenimiento de las instalaciones), y los 24.000 millones restantes, a nuevas inversiones.

Esto va a suponer que, durante este año y los cuatro próximos, las universidades públicas verán incrementada en 10.000 millones la subvención anual que reciben de la Comunidad. De tal forma que si en 2000 cada una contó con 86.241 millones para sus gastos corrientes, en 2001 tendrán 96.914 millones, y en el último año de vigencia (2005), 135.247 millones. Con estas cantidades, los centros podrán cubrir íntegramente a partir de 2002 sus gastos de personal (hoy sólo cubren el 85%), amortizar su deuda histórica y cumplir con una exigencia del Tratado de Maastricht: llegar al déficit cero.

Inversiones

Para inversiones (algo especialmente relevante en las universidades de más reciente creación: la Rey Juan Carlos y la Carlos III) contarán hasta el 2005 con 24.000 millones de pesetas. Además, hay que sumar los 12.000 millones anuales adicionales hasta 2002 del plan plurianual que firmaron los rectores y el Gobierno en mayo de 1998. Un plan que, según reconoció entonces el propio presidente, iba a servir para 'solucionar las profundas deficiencias que las universidades han arrastrado históricamente'.

Desde la Consejería de Hacienda, reacia en un principio a suscribir el acuerdo, se dijo ayer que la cantidad será financiada 'en su totalidad' con los presupuestos de la Comunidad, sin necesidad de recurrir a fuentes externas de financiación. Hacienda descarta que, para conseguir esta importante inversión adicional, sea preciso subir los impuestos. Ese dinero, afirma, provendrá de las futuras transferencias del Estado a la Comunidad -actualmente se está pactando aumentar el porcentaje de impuesto sobre la renta de las personas físicas, que ahora es del 25%-, del impuesto de patrimonio y del juego, informa Vicente G. Olaya.

El Gobierno no quiso explicar hasta el próximo lunes cómo distribuirá las cantidades entre las seis universidades públicas. Ese día, el presidente Ruiz-Gallardón firmará con los rectores, en la Real Casa de Correos, este plan quinquenal. En cualquier caso, es previsible que no difiera mucho de su distribución presupuestaria habitual: alrededor de un 10% para la Universidad de Alcalá (que tiene un déficit anual de 700 millones y 7.900 millones de deuda), para la Carlos III y para la Rey Juan Carlos (ambas con las cuentas saneadas); un 15% para la Autónoma (300 millones de déficit y 2.200 millones de deuda), un 20% para la Politécnica (1.171 millones de déficit y 2.000 millones de deuda) y un 35% para la Universidad Complutense (3.954 millones de déficit y 11.000 millones de deuda).

Según Alberto Ruiz-Gallardón, el programa marco viene a solucionar la 'absoluta y radical insuficiencia' de las cantidades pactadas en 1995 por el entonces Gobierno socialista para las transferencias universitarias. Lo dijo, aclaró el presidente, 'no como reproche [a Joaquín Leguina]', sino porque el Ejecutivo central nunca destinó, en su opinión, el dinero necesario para sufragar el gasto de las universidades en sus nóminas, un gasto que, a pesar del continuo descenso de alumnos, no paraba de incrementarse: casi 75.000 millones en 1996 por las seis universidades públicas y 196.500 millones en el año 2000.

Las tasas, más caras

El incremento de la financiación autonómica se suma a otra medidas menos popular aprobada por el Gobierno regional el pasado 21 de junio para lavar la mala situación financiera: el incremento de las tasas universitarias en una media de 5.000 pesetas para palir el descenso del número de matriculaciones. Y es que mientras que en 1996 el dinero aportado por los alumnos suponía el 19,25% de lo que recibían las universidades, el año pasado sólo supuso el 13,87%.

'Se trata de un parche más que viene a aliviar momentáneamente la situación de penuria en la que viven las universidades. Pero no resuelve el problema de fondo, que es la necesidad de financiar la modernización de la investigación', dijo María Dolores Gabucio, responsable socialista de los asuntos universitarios en la Asamblea. Su homólogo de IU, Franco González, se manifestó en parecidos términos. 'Eso es pan para hoy y hambre para mañana', aseguró. Y añadió: 'Si los rectores no hacen una buena gestión y la Comunidad no se decide a apoyarlos firmemente, volverán a verse en idénticas condiciones'.