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Urbanismo derribará parte de la vieja fábrica Cabo por los daños causados por un incendio

Varios vecinos sospechan que el siniestro pudo ser intencionado, al detectarse cinco focos

Oriol Güell

'Las calorías del fuego han deformado la estructura metálica. Además, el agua utilizada para apagarlo provoca un descenso brusco de la temperatura del metal, que le hace aún más vulnerable', explicó un portavoz de los bomberos. Ante esta situación, técnicos del Departamento del Control de la Edificación, dependiente de la Gerencia de Urbanismo, formalizaron la situación de 'riesgo inminente de derrumbe con peligro para las viviendas que le rodean por la situación de ruina total del edificio', aclaró Fernando Macías, director del departamento.

El derribo, previsto inicialmente para las 19.00 de ayer, empezará presumiblemente hoy por la necesidad de desmantelar las líneas telefónicas y eléctricas que se apoyan en la fachada. Los operarios utilizarán un brazo demoledor articulado con el que se va 'cortando' el edifico a trozos desde el exterior sin que nadie deba acceder a él. 'La estructura está tan débil que sería un riesgo que alguien entrara en el edificio', explicó Carlos Molina, el arquitecto responsable del derribo.

Para efectuar la operación, los operarios demolerán una nave contigua de la misma fábrica. 'La nave quemada tiene un profundo sótano que podría hundirse por el peso de la máquina. Por ello, tiraremos primero la nave de al lado, que no tiene sótano, y desde ella haremos el derribo lateralmente', adelantó Macías.

Humo y llamas El fuego empezó sobre las ocho y media de la mañana, según explicaron los vecinos y obreros de un edificio en construcción junto a la fábrica. 'Salía una gran humareda de la ventana del primer piso. Cuando han llegado los bomberos ya se veían las llamas', explicó Juan Carlos Hernández, propietario de un bar frente a la fábrica. Los bomberos necesitaron desplazar al edificio hasta diez dotaciones para controlar las llamas, lo que lograron en una hora, aunque el fuego estuvo activo hasta la una de la tarde.

Fuentes municipales dijeron que los bomberos encontraron hasta cinco focos de fuego cuando entraron en el inmueble. Algunos bomberos comentaron en el mismo lugar de los hechos que el fuego 'salía de al menos tres sitios'. Sin embargo, un portavoz de los bomberos no confirmó este extremo.

José, el encargado de las obras del edificio que se construye junto a la fábrica, denunció que al abrir la obra a primera hora faltaban 'algunas herramientas de mano', por lo que aseguraba que alguien había entrado en la fábrica a través de la obra. 'La obra está protegida sólo por una valla. Cualquiera puede saltar, subir al segundo piso y entrar en la fábrica', explicó. Varios vecinos dijeron que han visto en ocasiones a gente acceder al interior del edificio quemado.

La factoría permanece abandonada desde que, en 1998, la empresa cárnica Cabo quebró y propietarios, trabajadores y acreedores se enzarzaron en un largo proceso judicial, aún pendiente de resolución.

Durante este tiempo, el edificio no ha dejado de causar problemas, se quejan los vecinos. Éstos denunciaron que las decenas de indigentes que lo habían ocupado provocaron un aumento de la delincuencia en la zona. Además, los pequeños incendios eran constantes debido a la gran cantidad de basura acumulada en su interior y a las fogatas que los sin techo encendían para calentarse o cocinar. Finalmente, tras reiteradas denuncias y la entrega de más de mil firmas exigiendo el desalojo de los ocupantes, la Junta Municipal de Tetuán tapió el edificio el pasado 2 de abril.

'No hemos podido hacerlo antes', se justificó entonces su presidente, Luis Asúa. 'El proceso legal para advertir a los propietarios del estado de abandono de la fábrica y proceder al tapiado por ejecución sustitutoria son largos y debemos respetarlos', explicó Asúa.

Por otra parte, un hombre de 35 años sufrió ayer quemaduras de primer y segundo grado en el 20% de su cuerpo tras registrarse una explosión de gas natural en su domicilio, en el primer piso de la calle de Félix Rodríguez de la Fuente, número 63 (distrito de Moratalaz), según informa F. J. Barroso.

Los bomberos trabajan en la extinción del incendio declarado en la fábrica Cabo.
Los bomberos trabajan en la extinción del incendio declarado en la fábrica Cabo.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Oriol Güell
Redactor de temas sanitarios, área a la que ha dedicado la mitad de los más de 20 años que lleva en EL PAÍS. También ha formado parte del equipo de investigación del diario y escribió con Luís Montes el libro ‘El caso Leganés’. Es licenciado en Ciencias Políticas por la Universidad Autónoma de Barcelona y Máster de Periodismo de EL PAÍS.

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