'Mejor Albacete que Alpe d'Huez'

Santos González, nacido hace 28 años, es un hombre ONCE, aunque en sus orígenes como pistard perteneció a otros colores, los del Kelme. Él tiene las cualidades que entusiasman a Manolo Saiz: disciplinado, buen contrarrelojista, extravertido. Está tan impregnado del espíritu ONCE que para él, el sancta santorum hay que buscarlo en Albacete, la tierra de las armas blancas y de los abanicos en las carreteras, la meta ideal para la maquinaria del equipo de Saiz. Por eso adora la ciudad manchega, no porque viva a unos kilómetros, en Crevillente (Alicante).

Pregunta. ¿Cuál es su principal manía?

Respuesta. Siempre que me visto, me tengo que colocar primero las prendas del lado derecho y después las del izquierdo.

P. Dígame un vicio suyo que llegue casi a lo enfermizo.

R. Tocar la guitarra. Es una afición, pero se me van las horas.

P. Su principal virtud.

R. El optimismo.

P. ¿Y un defecto?

R. Soy desordenado y olvidadizo. A veces, roza la gravedad.

P. ¿Qué odia más en el día a día?

R. La lluvia. Sobre todo cuando ando en la bicicleta.

P. Termine la frase: me encanta...

R. Cantar bajo la ducha.

P. ¿Cuál es su canción favorita?

R. Por bulerías.

P. ¿Qué ciclista elegiría para reencarnarse?

R. Bernard Hinault. Cuando yo era pequeño ya me gustaba mucho.

P. Una película.

R. Hay tantas que me gusten... Pero elegiría El padrino.

P. ¿Y una mujer, que no sea su novia o esté vinculada a su entorno privado?

R. No tengo novia. Me inclinaría por Sofía Loren. Me encanta por sus rasgos. Es el prototipo de la mujer latina.

P. Dígame un lugar mítico en la historia del ciclismo.

R. Cualquier otro dirá una montaña, Alpe d'Huez o algo así. Yo no. Prefiero Albacete y el viento que hace allí. Ahí se han perdido muchas Vueltas a España. Las navajas de Albacete siempre cortan el pelotón.