LA IMAGINACIÓN, EN CONGRESO
Un millar de jóvenes han puesto en práctica este fin de semana en Ponferrada su imaginación en un maratoniano Congreso sobre los Juegos de Rol. Algo tan en desuso como el papel y el lápiz sirve, según el informático de 24 años Juan Antonio Huertas, cofundador de la Editorial Ucronía, para 'jugar y jugar en torno a una mesa'. La competencia de las consolas y los videojuegos es grande. El crimen de la catana y el del rol 'hizo que el público le cogiera miedo', dice Ricard Ibáñez, creador del juego de rol Aquelarre. 'Se nos asoció con gamberrismo y satanismo y cosas acabadas en ismo, y ahora hay una nueva generación de entre 15 y 20 años que lo están cogiendo con ganas, lo cual es de agradecer', señala. 'El parchís consiste en matar las fichas del resto de los jugadores y el ajedrez es la recreación del asesinato del rey', añade Ibáñez para quitar hierro al asunto. Muchos de los aficionados al rol reconocen que este tipo de juego siempre será minoritario. 'El mundo avanza hacia las actividades audiovisuales y cada día se ven menos niños que juegan en los parques simulando que los palos son espadas, y ellos, caballos, y están cada vez más pegados al ordenador. El juego de rol sigue buscando la imaginación, el diálogo y la participación del grupo para conseguir un objetivo común', asegura Ibáñez.
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