Un hombre mata a puñaladas a su ex esposa por celos
La víctima había denunciado en 1998 a su ex marido por malos tratos
La capital registró ayer un nuevo caso de violencia doméstica. José Luis Muñoz Lanzarote, de 45 años, trabajador de la construcción, mató de seis puñaladas a su ex esposa, María Luisa Reyes Gómez, de 41, empleada en una empresa de limpiezas, según la Jefatura Superior de Policía. El hijo de ambos, Mario, de 22 años, fue quien halló el cuerpo tendido en el suelo del pasillo, cerca del aseo. El supuesto homicida se entregó horas después en la comisaría del distrito y confesó que había apuñalado a su ex cónyuge en el piso que ambos compartían, en Villaverde Alto. El origen del crimen fueron los celos, según fuentes policiales.
Los hechos ocurrieron sobre la una y media de la tarde. María Luisa Reyes acababa de comprar tres barras de pan en una tienda de frutos secos que hay frente a su casa. La pareja vivía en el piso segundo A del número 8 de la calle de Pleamar, en el barrio de la plaza del Castañar. Por causas todavía no esclarecidas, ambos iniciaron una discusión. Según la versión policial, se debió a celos, ya que la víctima estaba saliendo con otro hombre. Muñoz cogió un cuchillo y le asestó seis puñaladas (tres en el tórax y otras tres en la tráquea). Una de ellas le alcanzó el corazón y le causó la muerte instantánea, según la policía.
Fuentes policiales explicaron que la víctima presentaba diversos cortes en los brazos y en las piernas. Esto es señal de que intentó defenderse de las cuchilladas que le asestó Muñoz, conocido como El Chobi en el barrio. Nada más perpetrar la agresión, el supuesto homicida salió a la calle con las manos ensangrentadas y gritando 'la he matado, la he matado', según varios vecinos de la zona.
El hijo de la víctima, Mario, de 22 años, subió acompañado de un amigo al domicilio familiar. Tocó varias veces al timbre y nadie le abrió la puerta. Al final decidió hacerlo con sus propias llaves. Al entrar se topó con el cadáver de su madre.
Los vecinos y el hijo avisaron al Cuerpo Nacional de Policía y al 061 del Insalud. Los facultativos de una UVI móvil sólo pudieron certificar la muerte de María Luisa Reyes. Los agentes de la comisaría de Villaverde-Usera peinaron la zona para intentar detener al supuesto homicida, pero la operación no dio resultado. Los agentes del Grupo de Homicidios se hicieron cargo de las investigaciones. La policía encontró en la vivienda el cuchillo con el que fue apuñalada la víctima. Aún tenía restos de sangre.
Los vecinos de María Luisa explicaron que la pareja reside en el barrio desde que se construyó, hace siete años. Las viviendas pertenecen al Instituto de la Vivienda de Madrid (Ivima) y son de alquiler. La víctima estuvo separada durante un tiempo de su ex marido, pero luego decidió que ambos vivieran juntos. Los vecinos también señalaron que las discusiones entre la pareja eran frecuentes y que se oían peleas a cualquier hora del día.
'Ella misma nos dijo que había denunciado a José Luis y a raíz de aquello le echó de su casa. Pasados unos dos años, volvió de nuevo al domicilio', explicó una vecina. Una portavoz policial confirmó que la víctima denunció en 1998 a su marido por malos tratos en la comisaría de Villaverde-Usera. En el Servicio de Atención a la Mujer (SAM) de la Jefatura Superior de Policía no constaba denuncia anterior por malos tratos dentro de la pareja.
La juez de instrucción de guardia, la del número 14, ordenó el levantamiento del cadáver y el traslado al Instituto Anatómico Forense, donde hoy se le practicará la autopsia. También decretó el precinto del domicilio. Los empleados de la funeraria se llevaron el cadáver a las 16.35. Unos 40 vecinos, entre los que se encontraban conocidos de la fallecida, presenciaron el traslado.
José Luis Muñoz se entregó alrededor de las cinco de la tarde en la comisaría de Villaverde-Usera. Al llegar a la puerta les dijo a los agentes que había apuñalado a su ex esposa. Durante ese tiempo estuvo deambulando por el barrio. Los policías le confirmaron que la mujer había muerto a causa de las cuchilladas. Después fue conducido al Grupo de Homicidios, donde estaba pendiente de prestar declaración.
'Luisi [María Luisa] era una mujer encantadora y muy educada. Iba siempre muy bien arreglada y además era muy guapa', explicó una vecina. 'Trabajaba mucho. Se iba a las siete de la mañana. Volvía para comer al mediodía y por la tarde se marchaba de nuevo a otro empleo que tenía', agregó otra. Ella, sevillana de nacimiento, trabajaba como limpiadora en un restaurante y en el hospital Doce de Octubre. Unos vecinos señalaron que también trabajaba como dependienta de unos grandes almacenes.
José Luis Muñoz se ganaba la vida en la construcción, aunque en las últimas semanas no tenía trabajo, según sus conocidos. El matrimonio tiene dos hijos: Mario, de 22 años, y Rocío, de 19. El coche de la víctima, un Opel Corsa rojo con matrícula de Madrid, estaba aparcado a la entrada del inmueble donde vivía.
El año pasado fallecieron en la región 14 mujeres víctimas de violencia doméstica. El único caso registrado durante el presente año, a excepción del homicidio de ayer, se produjo el 7 de junio, cuando Amador Pascual, de 45 años, asesinó, según la versión de la Guardia Civil, a su esposa, Raquel Chaves, de 40 años, en la localidad de San Agustín de Guadalix. El supuesto homicida fue detenido horas después de que hubiera sido hallado el cadáver de su cónyuge en la depuradora de la localidad.
En lo que va de año, 40 personas han sido asesinadas en la región, lo que ha suscitado las críticas desde la oposición política. El diputado socialista Óscar Iglesias considera 'inadmisible el número de delitos violentos que hay en la región' y señaló que 'cada 4,6 días muere una persona en Madrid por arma blanca o de fuego'.
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