El músico armenio Djivan Gasparyan actúa en La Mar de Músicas

La séptima edición del Festival Internacional La Mar de Músicas, que se celebra hasta el 28 de julio arrancó ayer en Cartagena (Murcia). En la edición de este año, dedicada a Mali (África), participan artistas de 23 países diferentes. Entre los más destacados está el armenio Djivan Gasparyan, que actúa hoy, y por primera vez en España. A sus 73 años, nadie le discute la condición de mejor intérprete de esa especie de oboe arcaico que responde al nombre de duduk, el instrumento nacional de Armenia. No sólo eso: más allá de sus evidentes méritos musicales, los cuatro premios que le ha otorgado la Unesco y el título gubernamental de Artista de Armenia han convertido a Gasparyan en algo muy parecido a un héroe de la patria. Él prefiere relativizar sus méritos y sostiene que el folclore de su país 'fascina en todas partes, representa el punto de encuentro, el perfecto equilibrio entre la tradición del este y el oeste'.

Gasparyan estará acompañado por otros dos dudukistas (los segundos duduks se llaman dam) y por un percusionista que interpreta un instrumento denominado dhol. Las interpretaciones de Gasparyan destilan melancolía. Ya sucedía así en I will not be sad in this world, una grabación de 1989 en torno al terremoto que asoló Armenia y que, descubierta por Brian Eno, supuso el desembarco de este artista en el mercado occidental. Su tardío descubrimiento en Occidente le está permitiendo consumar algunos proyectos insólitos. Por ejemplo, Lionel Ritchie le pidió una colaboración para su tema Now you are gone y también le han encomendado bandas sonoras como El cuervo o La casa Rusia.