La renovación del PSOE encuentra dudas en la base
Dos semanas antes de que los dirigentes socialistas debatan la modernización ideológica del partido, algunos militantes reclaman más democracia interna y una política de izquierdas
¿Hacia dónde va el PSOE? Los socialistas están preparando su renovación ideológica. Dentro de dos semanas, durante el 20 y el 21 de julio, en la conferencia política que se celebrará en Madrid, los altos cargos del PSOE debatirán cuál ha de ser el norte del partido, los nuevos rumbos ante los grandes problemas del siglo XXI.
José Luis Rodríguez Zapatero ha anunciado esta semana que el PSOE no pretende estar 'más al centro o más a la izquierda, sino estar más adelante, en la primera fila de la respuesta a la sociedad'.
Sin embargo, los militantes consultados no rehúyen en ningún momento mencionar la palabra izquierda. Aseguran, y en eso coincidieron todos los consultados, que el PSOE tiene que profundizar siempre en los valores de izquierda. Y abrir la mano para que fluya la democracia interna.
EL PAÍS ha promovido dos debates entre militantes. Uno en Madrid y otro en Toledo. Los participantes pertenecen a distintas generaciones, agrupaciones y familias ideológicas del partido. Hay funcionarios, empresarios autónomos, jubilados, tenderos, ingenieros de minas... Todos ellos, excepto un secretario general del barrio de Chamberí y una concejal de Toledo de 26 años, son simples militantes de base.
Todos valoraron la política de consenso de Zapatero. Pero también dejaron claro que el PSOE no debe buscar el centro, ni siquiera el centro-izquierda, bajo la creencia de que así podrá gobernar dentro de tres años.
-El partido ha de ir hacia una clara posición de izquierdas -señala el funcionario toledano de 45 años Juan José Pérez-. En el centro se confunde todo. Y en la izquierda hay muchas cosas por hacer.
-La tarea más importante que tiene ahora el PSOE -añade la concejal de Toledo Ester Padilla, de 26 años- es alejar a la gente del conformismo y mentalizarla de que todo lo que le pueda afectar al vecino nos afecta a nosotros.
-La gente joven -agrega el funcionario- cree que las autovías, los polideportivos en los pueblos, los hospitales con camas para todo el que las necesite..., los jóvenes creen que eso ya estaba ahí de siempre. A lo mejor ya no hay que hablar de autovías, sino de una política no xenófoba. Tenemos hospitales, pero no todo el mundo pasa por las mismas puertas.
Ya en Madrid, el tendero vallecano Isidoro Millán, de 48 años, sostenía:
-Si en el 82 decíamos que queríamos la Seguridad Social para todos los españoles, ahora hay que decir que la queremos para todos los que viven en este país.
Tanto en Madrid como en Toledo hubo algún militante que recordó que el partido no podía ahuyentar a un gran porcentaje de electores que se encuentran en el centro. Y tanto en Madrid como en Toledo, varias personas contestaron de forma parecida a como lo hizo el funcionario Juan José Pérez:
-¿Por qué le presupones a esa gente de centro que ya tenga su voto decidido y no piensas que te va a votar con tus propuestas de izquierda? Hay que ofrecerles algo que les ilusione.
En Madrid, Isidoro Millán declaró:
-No estoy tan seguro de que en el centro haya tantos votos. Y si no vamos a ver: si desde el 82 fuimos deslizándonos hacia la derecha, ¿cómo se explica que fuéramos perdiendo tantos votos hasta perder las elecciones? Yo creo que la gente quiere seguridad en los que le gobiernan. Y hay que ofrecerles propuestas realistas y progresistas. No podemos convertirnos en un quítate-tú-para-ponerme-yo. Porque si no podríamos ganar por el mero desgaste de la derecha, pero estaríamos en pleno siglo XIX, en que no había cambios apenas entre Cánovas o Sagasta.
-Siguen muriendo cada segundo 35 niños en el mundo -recordó uno de los militantes.
Los militantes, sin saberlo, citaron a Anthony Giddens, el padre de la tercera vía socialista, y, por ende, a Felipe González, quien repite en las conferencias que pronuncia algo que la concejal de Toledo Ester Padilla expresó a su manera:
-El partido ha de estar más pendiente de la calle y menos de los medios de comunicación. ¿Quién habla ya de las parejas de hecho? Los medios se olvidan y nosotros también nos olvidamos.
-Es cierto -reconocía su paisano Antonio Fernández, de 64 años-. El político busca hacerse la foto más impactante, la del inmigrante que acaba de llegar en la patera, la más actual. Y nos olvidamos de algo vergonzoso para un país que se precie de estar en la Unión Europea, como son los trabajadores de Sintel, que están desahuciándoles de sus casas porque no pueden pagarlas y siguen ahí, en la Castellana.
-Y sobre ellos no se hacen telemaratones en las televisiones privadas -añadía Ester Padilla.
Mirar más a la izquierda. Ésa es la conclusión. Pero... si tanto hay que mirar hacia ese lado, ¿qué distinguirá al PSOE de Izquierda Unida?
-Si Izquierda Unida tuviera la oportunidad de gobernar -señala el ingeniero de minas Cándido Fernández-, la diferencia sería nula. Pero, bueno, aparte de que ellos, por ejemplo, han estado en Estella y nosotros no, yo conozco el programa ecológico de IU, y si eso se aplicara no ya en el país, sino en cualquier municipio, es que sería imposible instalar un alcantarillado.
-Yo creo que hay que tender puentes con Izquierda Unida -señala Millán.
-Eso ni se discute -agrega el informático Lorenzo Romero, de 59 años-. Yo voy más allá: hay que ayudar a Izquierda Unida. En Madrid está en caída libre. Y nosotros no podemos gobernar Madrid sin ellos. Pero aún voy más allá: aunque pudiéramos gobernar sin ellos, IU debería estar con nosotros. Siempre es bueno que nos den un coscorrón de vez en cuando.
-De todas formas -contesta Isidoro Millán- creo que el PCE irá desapareciendo y no podremos evitarlo. Quedará como una reliquia, porque no tiene discurso para la nueva sociedad. Pero no debemos contribuir a su desaparición.
-Sí podemos, sin embargo, contribuir a una fusión -alega el informático Lorenzo Romero.
-No, que después cogen cargos -comenta, entre risas, el tendero Isidoro Millán.
-Aparte -señala Cándido Fernández- es que tienen contradicciones muy grandes. Les va el marxismo-ladrillismo. ¿Por qué han apoyado la masacre urbanística de la Ciudad Deportiva del Real Madrid? Seguro que no es por las parcelas que han recibido sus cooperativas en el distrito de Sanchinarro, ¿no?
El trato que ha de ofrecerse a Izquierda Unida no fue el único punto en el que se nota cierta discrepancia entre las bases consultadas y la dirección. El PSOE, a través de Jordi Sevilla, responsable de economía en el partido, emplazó el miércoles al Gobierno del PP a elaborar una ley de huelga 'que impida que pequeños colectivos de trabajadores tomen como rehenes a ciudadanos indefensos'. Sin embargo, los siete militantes de Madrid, donde se suscitó el debate, se negaron en redondo a reformar la ley de huelga.
-Siempre que se regula un derecho es para limitar ese derecho -señaló Cándido Fernández.
Y aún hubo otro punto aún más divisorio entre las bases y la dirección. Tras dos horas de debate entre los militantes de Madrid, uno de ellos dijo:
-Creo que no ha tocado usted un tema que a nosotros nos parece muy importante. Y es el de la democracia interna.
-Los militantes tenemos más derechos como ciudadanos que como militantes -agregó Cándido Fernández, ingeniero de minas y secretario de organización de Chamberí-. Como ciudadano puedo ir a una junta de mi Ayuntamiento y plantear una demanda al alcalde para solucionar un problema. Como militante, las trabas y los escalones que hay que superar son infinitamente mayores.
En Toledo, antes de afrontar ningún otro tema, los tres militantes quisieron reseñar lo siguiente:
-Tenemos un problema de democracia interna -dijo el funcionario Juan José Pérez-. Y eso se soluciona con más democracia. Hasta ahora, los gestos de Zapatero son buenos. Pero empezamos mal en una cosa: los militantes apenas hemos podido discutir el documento de la conferencia política que se debatirá en Madrid dentro de dos semanas.
-Es verdad -reconoció Ester Padilla- que un partido como éste no puede montar a cada momento un modelo asambleario donde todos opinen. Pero la conferencia política es la definición futura de la línea que va a seguir el partido de aquí en adelante. Es lo suficientemente importante como para que el documento que se va a debatir se hubiese enriquecido previamente con el debate previo en las agrupaciones.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.