Un mes desde la alarma checa hasta la retirada en España

La crisis del aceite de orujo de oliva refinado arrancó a finales del mes de mayo, a partir de un aviso de las autoridades de la República Checa. Desde entonces, transcurrió poco más de un mes hasta que se inmovilizó en España.

A finales del pasado mes de mayo, entre los días 27 y 30, según distintas fuentes, el Ministerio de Sanidad y Consumo tuvo conocimiento de una alerta alimentaria en la República Checa, donde se detectó una partida de aceite de orujo de oliva español con una concentración de benzopireno mayor de la permitida por la normativa de ese país extracomunitario. Varias fuentes del sector aceitero aseguraron que la Embajada española en Praga fue la encargada de avisar a las autoridades de Madrid.

Tras conocer la noticia, el Ministerio de Sanidad, que encabeza Celia Villalobos, encargó el análisis de 13 muestras de diversas marcas de aceite de orujo comercializadas en España.

Muestras contaminadas

El pasado viernes 29 de junio, Sanidad recibió los resultados de los análisis. En todas las muestras analizadas se detectó la presencia de benzopireno, una sustancia cancerígena. Ese mismo día el ministerio intentó llegar a un acuerdo con los fabricantes para que éstos retirasen todas las partidas en el plazo de un día. Los fabricantes se negaron.

El sábado 30 de junio se celebró el Consejo Interterritorial de Salud en Madrid. La ministra Celia Villalobos no informó del tema a ninguno de los responsables autonómicos que participaron en la reunión.

Lunes 2 de julio. El sector aceitero, que había mantenido dos encuentros en días anteriores con representantes de los ministerios de Sanidad y Agricultura, se reunió con altos cargos del primero. Según las organizaciones que forman la Mesa del Aceite, en ese encuentro se acordó que el sector retirara de forma inmediata el aceite de orujo de oliva refinado del mercado. El sector planteaba culminar la tarea en un plazo máximo de dos semanas.

Martes 3 de julio. El Ministerio de Sanidad envió una orden a todos los responsables autonómicos de Salud por la que les instaba a la inmovilización de todas las partidas de las diversas marcas de aceite de orujo. Los gobiernos autonómicos comenzaron la inmovilización cautelar del aceite de orujo, un proceso que se puede culminar con celeridad. El Ejecutivo vasco fue el primero en difundir la noticia, a mediodía. A las 18.30, la directora general de Salud Pública, Dolores Flores, informó públicamente de la inmovilización del aceite sospechoso en todo el territorio nacional.