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Reportaje:

Despido laboral a mordiscos

Un empleado informático acusa a su jefa de darle un bocado para impedir que abandonara su puesto de trabajo

Mábel Galaz

Daniel Cazorla Hernández, de 28 años, se quedó sin trabajo el pasado lunes. Pero su despido no se resolvió con un finiquito y algunos formulismos más. Su adiós fue un adiós con una discusión de por medio en la que hubo agresiones. El trabajador asegura que la víctima de la violencia fue él. Su jefa, María Victoria Tarazona Traba, propietaria de la empresa Alquileres Rurales Travel Home, SL, sostiene que, si alguien resultó perjudicado, fue ella.

Cazorla se desabrochó ayer su camisa y mostró bajo su pezón izquierdo un gran mordisco con derrame incluido. 'El lunes, cuando me lo hizo mi jefa, estaba aún peor. Ahora ha bajado algo la inflamación', explica. Daniel es un experto en informática y fue contratado el pasado enero por Travel Home para que diseñara una página web de casas rurales. Según su versión y las nóminas que mostró a este periódico, su sueldo era de 184.000 pesetas, pero el pasado lunes, cuando recibió la que correspondía al mes de junio, su jefa sólo le quería pagar 90.000 pesetas. 'Ese día yo me incorporé al trabajo tras un mes de baja. Tengo un problema en el trigémino [nervio de la cara] desde hace algún tiempo, incluso me tuvieron que operar, y en mayo sufrí una recaída', relata Cazorla.

'Me dijo: 'No te vas de aquí porque yo soy quien manda y hago de ti lo que quiero', asegura el trabajador

'Cuando vi que la nómina no era correcta, me negué a firmarla. Entonces, mi jefa me dijo que era lo que me correspondía, que la gestoría que le lleva los papeles así se lo había dicho. Cuando yo insistí en que no aceptaba esa cantidad, se puso como una loca y, en un tono muy agresivo, comenzó a insultarme, a burlarse de mí. Conforme transcurría el tiempo, la situación se hacía más violenta. Pegó su cara a la mía a la vez que no paraba de gritarme. Hasta me llegó a escupir. Yo, al ver cómo se había puesto de nerviosa, decidí marcharme'.

La escalera de dos pisos que separa la oficina de Travel Home del portal del número 9 de la calle de Calvo Asensio se convirtió entonces en el escenario de la disputa. 'Ella no me dejaba marchar. Salió tras de mí insultándome. Yo llevaba en una mano la cartera y con la otra me agarraba a la barandilla cuando ella se abalanzó sobre mí y comenzó a golpearme a la vez que me decía: 'No te vas de aquí porque yo soy quien manda y hago de ti lo que quiero'. Me acuerdo de esa frase porque me pareció humillante. Del segundo piso llegué como pude al primero', continúa Cazorla.

Todos estos detalles están recogidos en una denuncia que este empleado presentó en la comisaría del distrito de Chamberí a las 21.57 del lunes. En ella se dice que, al querer salir de la oficina, 'su jefa, en actitud muy violenta y agresiva y en un estado bastante ebrio, tal y como suele estar, le agarró del pelo en un forcejeo'. Y que, 'además de golpearle y arañarle, se montó en su espalda y se colgó de su cuello llegando a morderle en el pecho....'

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Una vez que Cazorla llegó a la escalera, su jefa, según reza la denuncia, 'le lanzó un manotazo a la cara tirándole al suelo sus gafas, que su jefa no se las ha devuelto a pesar de pedírselas'. Luego, Cazorla, por no continuar con la situación, 'optó por marcharse del lugar'.

Cazorla ha acudido a la Unión Sindical Obrera (USO) para recibir asesoramiento. Ayer, acompañado por una representante de este sindicato, aportó el parte de lesiones que le facilitaron los médicos de la casa de socorro el pasado lunes, en el cual se hace constar la existencia de un mordisco y de erosiones y contusiones diversas en ambos brazos del trabajador, así como de una contusión en la cabeza.

María Victoria Tarazona Traba aportó ayer también su versión de lo sucedido, a la vez que anunció que ella había puesto igualmente una denuncia y había acudido al hospital Clínico de San Carlos para ser asistida de un moratón que tiene en una de sus manos. 'Además, tengo un golpe al final de la espalda, que no mostré porque era casi en el culo y me daba vergüenza', precisó. Pero la empresaria no quiso enseñar estos documentos. 'No me interesa airear más este tema', afirmó.

La jefa de Daniel Cazorla se mostró, en cambio, dispuesta a ofrecer su versión. 'Desde que llegó en enero, [Cazorla] siempre dio problemas. No cumplía con su horario de trabajo, que era de ocho horas. Había días que venía al mediodía, cuando yo me iba a comer. Le contraté para hacer una página web, pero utilizaba la oficina para trabajos suyos. Se marchó de vacaciones en un momento de mucho trabajo. Y cuando, en mayo, le llamé la atención, se cogió una baja laboral. Yo no sabía cuando le contraté que tenía problemas de salud. Eso del trigémino es la típica enfermedad que, si vas al médico y le dices que te duele, te da la baja', asegura.

El pasado fin de semana, según la versión de la empresaria, el trabajador le anunció a través de un e-mail que regresaba a su puesto. 'Cuando llegó', cuenta Tarazona, 'le di su nómina y le dije que eso era lo que le correspondía, porque había estado emfermo. Él no quiso firmarla y me dijo que hasta que no le pagara no iba a trabajar. Llamé a la gestoría que me lleva todos estos asuntos y, después de varias consultas, me recomendaron que esperara a que llegaran dos testigos para que escucharan su negativa a trabajar. Que no le dejara irse'.

La empresaria reconoce que intentó evitar que el empleado abandonara la oficina: 'Quería esperar a que llegaran los dos testigos, pero yo no le mordí. Si tiene un mordisco, se lo habrá dado su novia. La que tengo un golpe en la mano soy yo. Además, me tiró por las escaleras y tengo otro golpe en la espalda. Terminaba su contrato el 15 de julio y hoy [por ayer] le he mandado la carta de despido'.

El sindicato USO, al que ha acudido Cazorla en busca de asesoramiento, ratifica la versión del trabajador. 'Hemos hablado con testigos y con la otra parte y estamos convencidos de que [Daniel Cazorla] dice la verdad. En las próximas horas interpondremos una querella, porque es increíble que ahora sea la empresaria la que acuse de agresión al trabajador'.

'Yo lo que quería era el dinero que me correspondía, nada más. Pero esto se está complicando tanto que no tengo más remedio que seguir pleiteando con esta mujer. Este asunto es muy serio para mí y no quiero que se frivolice. Sé que la gente se va a sorprender con mi caso. Además, a todo el mundo le va a chocar que esta vez sea una mujer quien agreda a un hombre', se lamenta Cazorla.

Daniel Cazorla Hernández muestra el mordisco que supuestamente le dio su jefa.
Daniel Cazorla Hernández muestra el mordisco que supuestamente le dio su jefa.ULY MARTÍN

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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