Maragall acusa a Mas de impulsar una 'regresión' en la política de CiU

El ascenso de Artur Mas en Convergència Democràtica (CDC), el principal partido de CiU, y en el Gobierno de Jordi Pujol ha marcado una 'regresión' en la política de los nacionalistas catalanes, en opinión del líder de la oposición socialista, Pasqual Maragall. Esta regresión se ha traducido, especificó Maragall, en una creciente identificación de CiU y el PP en todos los escenarios políticos, no sólo en el catalán, y en un frenazo a las tímidas reformas emprendidas al inicio de la legislatura autonómica.

Mas accedió a la secretaría general de Convergència en noviembre de 2000, y el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, le nombró conseller en cap del Gobierno catalán en enero de 2001. Maragall destacó que este ascenso de Mas supuso el abandono del Gobierno de CiU por los consejeros que se habían prestado a aplicar una política de reformas que, en parte, recogía algunas propuestas de la oposición en el Parlament. Se trataba de los consejeros Xavier Trias, Joaquim Triadú y Josep Antoni Duran Lleida. Con ellos se había iniciado en el primer año de la legislatura la reforma de la radiotelevisión pública, se habían emprendido los estudios para revisar la organización administrativa y territorial catalana e incluso se abrió la expectativa para la elaboración de la ley electoral catalana, pendiente desde 1980.

La radiotelevisión catalana

Estos tímidos avances han sido bruscamente frenados por Mas. En particular, el conseller en cap está decidido a que la radiotelevisión pública catalana siga dependiendo del Departamento de Presidencia de la Generalitat, que es tanto como decir de él, porque es una baza irrenunciable con vistas a las próximas elecciones autonómicas. La otra reforma apuntada al principio de la legislatura, la que perseguía reordenar la superposición de administraciones en Cataluña, que Duran estaba decidido a simplificar mientras fue consejero de Gobernación, ha sido frenada tras su salida del Consell Executiu para no enfrentarse al poder municipal y comarcal convergente.

Todo esto sobre el fondo de una alianza de CiU con el PP que, según Maragall, se caracteriza sobre todo por la desconfianza entre ambas partes. 'Se está empezando a demostrar que España está dominada por la desconfianza', explicó Maragall. El nacionalismo español, conservador, agregó, 'desconfía del pueblo y de la diversidad, y el nacionalismo catalán desconfía del resto del Estado'. Y estos dos nacionalismos son los que de una forma 'un poco antinatural', concluyó, están pactando para llevar a cabo sus planes tanto en España como en Cataluña.

Maragall dio estas explicaciones después de entrevistarse en el Parlament con el presidente de Asturias, Vicente Álvarez Areces, que se halla de visita oficial en Cataluña. El presidente asturiano se había entrevistado antes con el de la Generalitat, Jordi Pujol, y el del Parlament, Joan Rigol.