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Sanidad cierra un matadero que compartía el acceso con una planta que trata restos de vacas

El Ayuntamiento de Valverde denunció ante el fiscal supuestas irregularidades en esta industria

Vecinos de Valverde llevaban meses manifestándose todos los sábados contra el hedor que desprenden los vapores que emanan de las chimeneas de la industria Frival, SA -propietaria del matadero y de la planta de eliminación de MER-, que emplea a unas 40 personas y está ubicada a menos de dos kilómetros del municipio. Tras el cierre de su matadero, Frival ha centrado ahora su actividad en el tratamiento de reses (la mayoría, vacas) que mueren o son sacrificadas en Madrid, Extremadura y Castilla-La Mancha, según explicó ayer Ramón Merino, copropietario de Frival. Diariamente llegan a esta empresa entre 40 y 70 reses para ser transformadas en harinas cárnicas.

Frival recibió autorización de la Comunidad para eliminar y tratar reses muertas de alto riesgo poco después de surgir el problema de las vacas locas. La empresa ya disponía de un matadero, entre otras actividades. Los materiales específicos de riesgo son tratados a altas temperaturas. La harina que se extrae de ellas se envía a una planta de residuos de Pinto, y las grasas, a Valencia y Alemania.

Al tiempo de conceder la autorización, la Comunidad ordenó a Frival que deslindase claramente las instalaciones o naves dedicadas al matadero de las destinadas a los materiales específicos de alto riesgo. Es decir, la planta de transformación debía contar con un 'acceso totalmente independiente y exclusivo, separado físicamente del matadero adyacente'. Frival también debía proteger de la intemperie 'el lugar [de la industria] donde se reciben los MER' y 'crear instalaciones físicas para la desinfección de los vehículos que entran y salen' de allí.

Merino asegura que, tras recibir esa orden, acometió las obras precisas para evitar mezclar los camiones del matadero de los que llegan con reses muertas. 'Todo está prácticamente hecho, pero el Ayuntamiento ha precintado la obra alegando que carece de la licencia', señaló. Merino explica que la clausura del matadero se debe a que el plazo para deslindar ambas actividades ha transcurrido y que el precinto impide utilizar el nuevo acceso. 'Hemos optado por cerrar el matadero hasta que todo se resuelva', añade.

Obras sin licencia

Desde el Ayuntamiento se afirma que las obras se han acometido sin licencia en una parcela catalogada como rústica. Frival confía ahora en que la Consejería de Obras Públicas, Urbanismo y Transportes levante el precinto. El Ayuntamiento ha puesto en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente las supuestas irregularidades observadas en Frival. En el Consistorio, según explicó ayer la segunda teniente de alcalde, Mercedes Machicado, del PSOE, 'existe una enorme preocupación' por el hecho de que nadie les haya informado oficialmente de que Medio Ambiente había autorizado a esta industria para 'procesar materiales de alto riesgo, de los que pueden dar lugar a encefalopatías espongiformes'.

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'A los ojos de todas las personas que viven en el pueblo', según la denuncia que el Ayuntamiento elevó al fiscal el pasado 18 de junio, 'se utiliza el mismo recinto como matadero ordinario y como industria transformadora de material de alto riesgo. Los animales y residuos de alto riesgo entran por el mismo sitio e incluso llegan en camiones abiertos', se indica en la denuncia. El Ayuntamiento también se queja de que nadie desde la Comunidad les informase de las correcciones arquitectónicas impuestas a esta industria al tiempo de conceder la autorización para tratar vacuno de alto riesgo. Merino discrepa: 'Desde el mismo Ayuntamiento se nos dijo que empezásemos las obras y que luego se legalizarían; sin embargo, todo ha quedado parado por problemas que, creo, tienen algún cariz político', afirma.

Respecto a los fuertes olores que denuncian los vecinos de Valverde de Alcalá, Ramón Merino destaca que la empresa ya dispone 'de un termodestructor' antiolores, que tampoco puede utilizar porque la nave donde se halla forma parte de la obra precintada. 'Estamos haciendo todo lo posible para evitar las molestias que podamos causar y cumplir la ley, y no nos dejan', se lamenta.

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