El Consell Valencià de Cultura muestra su satisfacción por la constitución de la Acadèmia de la Llengua
El Consell Valencià de Cultura (CVC) mostró ayer su satisfacción, en reunión plenaria, por la designación de los miembros de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, paso necesario para la constitución de la institución propiciada por el propio organismo. De hecho, se anularon la parte de los informes de las distintas comisiones que reclamaban la formación de la Acadèmia. Los consejeros del CVC también mostraron su repulsa por la actitud de un grupo de radicales secesionistas que han insultado y amenazado al consejero y poeta Xavier Casp desde que éste aceptó formar parte de la Acadèmia. La actitud violenta de este grupo ha provocado que Casp tenga que salir de su casa escoltado por la policía.
De otro lado, en el ambiente del CVC se respira ya la cercanía de las renovaciones de 12 de sus 21 miembros, que han cumplido el mandato legal de seis años. Por parte de los designados a propuesta del PP, éstos son: Ramón de Soto, Ricardo Bellveser, Luis Prades y Manuel Bas; por parte del PSPV: Ferran Torrent, Amadeu Fabregat, Vicente Muñoz Puelles (que entró por Vicente Aguilera) y José María Morera; a propuesta de UV, Xavier Casp; y por EU, Vicent Álvarez. Una designación rápida agilizaría el funcionamiento y del CVC.
Ayer una treintena de personas protestaron y calificaron de catalanista al PP en el acto de inauguración del Muvim. Llegaron incluso a encararse con el consejero de Cultura, Manuel Tarancón. En este sentido, Valerio Eustaquio, secretario general de UV, denunció 'la actitud chulesca del consejero'. Tarancón 'increpó al público diciéndoles que chillaran a Casp y no a ellos', según Eustaquio. Fuentes del gabinete de Cultura afirmaron que el consejero sólo dijo que cómo va ser una academia catalanista si incluye entre sus miembros a Casp.
El Bloc, por otra parte, pide a la Unión Europea que reconozca el valenciano como idioma oficial y deje de considerarlo una lengua minoritaria. El líder de la formación, Pere Mayor, explicó que el Institut d'Estudis Catalans aceptó hace unos años esa denominación y subrayó la necesidad de reconocer el valenciano que hablan, 'en sus diferentes variantes, más de 10 millones de personas', en referencia al ámbito lingüístico catalán, aunque sin mencionar el catalán.
