PENSIONISTA DE LUJO

Beatrice Muller, una pensionista británica de 82 años, ha decidido disfrutar a fondo del resto de su vida. Después de quedarse viuda y hacer cálculos, ha llegado a la conclusión de que residir en un hogar de ancianos le cuesta más o menos lo mismo que convertir el crucero de lujo Queen Elizabeth II en su casa permanente. Según ella, las mensualidades de un asilo le supondrían un desembolso de unas 540.000 pesetas. Como viajó mucho en barco en su juventud y acumuló suficientes puntos como para pagar sólo la mitad de lo que vale el pasaje en cuestión, vivir allí le sale por 958.000 pesetas al mes. Es casi el doble, pero a bordo puede jugar al bridge, bailar hasta el amanecer y visitar parajes cálidos alejados de las brumas británicas. 'Y encima no tengo que hacer la compra ni preocuparme de nada', ha señalado la señora Muller al rotativo The Sunday Express. Luego ha afirmado que su familia está encantada con la decisión y se mantiene en contacto con ella gracias al correo electrónico del barco.-