Milosevic será juzgado por crímenes de guerra en Kosovo, Bosnia y Croacia
La extradición del ex dictador a La Haya abre una crisis política en Belgrado
El ex dictador yugoslavo Slobodan Milosevic no será juzgado sólo por ordenar la ejecución de 340 albanokosovares, planificar una campaña de limpieza étnica y causar la deportación de 740.000 personas en Kosovo a lo largo de 1999. Carla del Ponte, fiscal del Tribunal Penal para la antigua Yugoslavia, anunció ayer que La Haya ampliará esta acusación para que incluya nuevas atrocidades descubiertas en Kosovo y crímenes contra la humanidad cometidos en las guerras de Croacia y Bosnia-Herzegovina, entre 1991 y 1995. 'La comunidad internacional demuestra hoy la determinación de que las víctimas no serán olvidadas', dijo Del Ponte.
La fiscal, que cree que la extradición de Milosevic 'es un éxito de la justicia internacional', evitó referencias directas a las duras críticas vertidas por el presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, pero no ahorró elogios para el primer ministro serbio y hombre fuerte de Belgrado, Zoran Djindjic, que decidió el jueves meter a Milosevic en un avión con destino a La Haya: 'La decisión de entregarle fue correcta y plenamente justificada con las obligaciones internacionales de todos los países miembros de Naciones Unidas'. Kostunica representa las fuerzas nacionalistas serbias, frente a la tendencia de los reformistas pragmáticos que encarna Djindjic.
En Belgrado, la extradición de Milosevic -que comparte cárcel en la localidad holandesa de Scheveningen con otros 38 reclusos balcánicos en celdas de seguridad- desencadenó una crisis política. El Partido Democrático de Serbia, integrado en la coalición DOS, que gobierna el país y al que pertenece el presidente Kostunica, adoptó ayer el acuerdo de formar un grupo parlamentario propio, tanto en el Parlamento federal como en la Cámara de Serbia. Por su parte, Zoran Zizic, primer ministro yugoslavo, presentó su dimisión en señal de protesta por la extradición. Zizic representa al Partido Socialista Popular de Montenegro, hasta ahora aliado de la DOS.
En Bruselas, la Conferencia de Donantes para Yugoslavia, organizada por la Comisión Europea y el Banco Mundial, acordó entregar a Belgrado casi 250.000 millones de pesetas en concepto de ayuda 'para financiar las reformas' que necesita el país.
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