'Lo que esta Acadèmia diga será oficial'
Xavier Casp, de 85 años, habla de circunstancias para explicar muchas de sus decisiones. La última, aceptar ser miembro de la Acadèmia Valenciana de la Llengua (AVL), le ha granjeado una lluvia de insultos por parte de un grupo que durante años ha sido su fiel seguidor: los defensores virulentos del secesionismo lingüístico.
Pregunta. ¿En qué situación se encuentra el valenciano? ¿Está en peligro de extinción?
Respuesta. Está muy bien. Ha pasado momentos muy malos. Vamos a suponer que haya un grupo que escribe a la manera de la Universidad y otro con la ortografía de la Real Academia de Cultura Valenciana. En las dos maneras se está escribiendo más que nunca. Pero se hace callar a la que no se escribe de acuerdo al Institut (Interuniversitari de Filologia Valenciana) y que además no tiene dinero, mientras que la del Institut recibe muchas subvenciones, y ya no hablo de las subvenciones catalanas.
'La equivocación es creer que hay una normativa. Cada uno escribe como le da la gana'
P. Usan la normativa sancionada por la Universidad.
R. En ninguna parte del mundo es una universidad la que lleva la cuestión de la lengua.
P. En ninguna universidad del mundo se enseña el valenciano de las normas de la RACV [Real Academia de Cultura Valenciana, de la que Casp era decano hasta el pasado martes]. ¿No?
R. La equivocación es creer que hay una normativa. No hay una normativa. Cada uno escribe como le da la gana.
P. ¿Considera, pues, que el principal objetivo de la Acadèmia Valenciana de la Llengua es crear esa normativa?
R. El objetivo tendría que ser que los preocupados por la lengua podamos discutir y mantener unas conversaciones sobre cuál es la lengua actual. Hemos de hablar de la lengua que hay. De cómo la normalizamos, la palabra que se usa, aunque debería ser cómo la organizamos, y ponernos de acuerdo. Esa debería ser la razón.
P. ¿Ha recibido muchas presiones del PP para entrar en la Acadèmia?
R. He tenido presiones también de los socialistas, incluso más.
P. Usted es un referente para un sector determinado.
R. Que no se equivoquen: una cosa es que tenga una larga historia y otra que esto me dé una cierta autoridad. La demostración está en cómo me han contestado estos días.
P Le ha insultado la gente para la que usted era ese referente por aceptar ser acadèmico.
R. Estos grupos son muy raros, disfrutan de ser exaltados. Se puede ser joven, pero hay que ser sensato. Dicen que no lo esperaban de mí. Pero es que yo tampoco lo esperaba de mí. Ha sido al ver que esto está hecho y obedeciendo a lo que el pueblo quiere. Ahora estos señores, que están autorizados para mandar, han hecho esta academia. Si se equivocan o no, ya lo veremos. Yo no quería hacer una mala academia. Por eso decía que no entraría. Pero ya está hecha. Y lo que esta academia diga será oficial. Si uno no entra, ¿qué tiene que decir después? ¿Puede protestar?
P. Sociológicamente es la misma gente que insultaba y amenazaba a Joan Fuster o Manuel Sanchis Guarner, antiguos amigos suyos.
R. Eso les pasó como representantes del catalanismo, y claro, si era así, pues se metían con ellos. Ahora bien, jamás he defendido esa manera de meterse con ellos. Siempre han sido amigos míos. La gente se sorprendió cuando me vieron en al entierro de Fuster. Él ha sido de mi casa. La mayoría de ellos ha salido de mi casa.
P. Usted introdujo a Fuster en la cultura de los Países Catalanes.
R. Le introduje en la cultura catalana. Los presenté yo en Cataluña y Mallorca, y primero se presentaban en mi casa
P. Le han calificado de catalanista, como a Fuster o Sanchis Guarner. ¿Esta situación le ha hecho usted reflexionar?
R. La reflexión es que la gente no piensa. Es difícil encontrar gente que piense. Hay quien los empuja.
P. ¿Quién?
R. No quiero entrar.
P. Cría cuervos que te sacarán los ojos, dice el refrán. ¿Se podría aplicar a la situación por la que atraviesa?
R. No creo. Yo era un referente y por eso se han puesto así. Si pudiera comentar uno a uno mi postura no hay duda de que no me dirían todo eso.
P. ¿Ha llegado a pensar que se ha equivocado en su postura, por ejemplo, en la Batalla de Valencia?
R. No, no creo que me haya equivocado. Las circunstancias no se deben tomar como definitivas. Uno ha de pensar en qué circunstancia está. Las cosas se hacen con arreglo al lugar y al tiempo. Antes de morir Franco, la circunstancia cambió y cuando murió Franco, también. El error de esta gente que insulta es que son anti y ser anti no es nada. Si uno es antifranquista, cuando muere Franco, ¿qué es? ¿He sido yo antifranquista? No. He defendido siempre las cosas que quiero. Si esas cosas topan con algo, he de defenderlas.
P. ¿No se considera responsable de la situación?
R. Sí he tenido mucha responsabilidad personal. Pero he aceptado ser académico a título personal. La RACV ha de continuar su camino limpio.
P. Es el superviviente de una generación de literatos, de homenots. ¿No cree que podría ser ahora respetado por todos si hubiera actuado de otra manera?
R. Nunca me he sentido así. Una de las cosas malas de los valencianos es que vivimos de crear mitos.
P. ¿No es un mito que el valenciano se hablaba antes de la reconquista?
R. No, pero no entraré en disquisiciones. Los filólogos estudian bien la lengua, pero no le pueden decir: 'no vaya por ahí'.
P. Carles Salvador le decía a usted que en su poesía utilizaba términos demasiados cultos, incluso del dialecto barceloní.
R. No, no. Lo que hacía era sacar palabras que en Cataluña no se decían y aquí tampoco. No se utilizaban o era semicultistas. En el famoso diccionario de Moll de 12 tomos muchas palabras las he puesto yo. Yo sé el catalán y el mallorquín perfectamente.
P. ¿ Y no son la misma lengua?
R. No señor. Pongo a un labrador de Mallorca, uno de Valencia y uno de Cataluña, y no entienden una. No se puede imaginar las diferencias léxicas y fonéticas. La lengua es la fonética. Aquí decimos pare, los catalanes dicen para
P. Tampoco los valencianos pronunciamos en castellano Madriz.
R. Bueno, para qué vamos a discutir. Yo me conozco muy bien las diferencias.
P. ¿Aportará estos puntos de vista a la Acadèmia?
R. Lo primero que tiene que hacer una academia es no entretenerse en tonterías y agarrarse a lo legal. Lo primero que tiene que hacer es respetar la ley.
P. La ley de la Acadèmia indica que los valencianos comparten la lengua con los antiguos territorios de la Corona de Aragón
R. Esa es una ley muy inferior al Estatuto, que sólo dice idioma. Y también a la Llei d'Ús.
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