Detenido por destruir un fósil de ballena de siete millones de años

Efectivos del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil han detenido en Sevilla a un ciudadano de 46 años, cuya identidad responde a las iniciales A. R. D., al que acusa de haberse apropiado y posteriormente destruido el cráneo de un fósil de ballena que podría tener una antigüedad de siete millones de años. El fósil del cetáceo había sido hallado en una gravera de albero de la localidad sevillana de Alcalá de Guadaíra. El raro ejemplar de fósil, que pertenecía a un cetáceo de la familia balaenopteriadae, desapareció poco después de que su existencia fuera datada y documentada por una paleontobióloga de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.

El fósil fue hallado, supuestamente completo, en una cantera de la empresa Cementos Atlánticos, pero fue destruido por las excavadoras que extraen albero en la citada explotación. El detenido conservó el cráneo pero se negó a entregarlo a los técnicos de la Junta de Andalucía alegando que era un fósil, si bien permitió fotografiarlo y tomar muestras del mismo. Cuando el Instituto Andaluz de Patrimonio, con apoyo de paleontólogos de la Universidad de Valencia, advirtieron de la importancia del ejemplar e intentaron recuperar el cráneo, A. R. D. les dijo que se había roto al intentar limpiarlo y que se había deshecho de él.

Los estudios practicados en las crestas occipitales del cráneo indican que se trataba de un ejemplar único de balaenopteriadae, que conservaba los huesos del oído del mamífero marino (bullas timpánicas), y que tenía sedimentos de conchas y carbonatos, además de albero. El resto arqueológico está protegido por las leyes de patrimonio, por lo que al detenido se le acusa de un delito contra el patrimonio histórico.

Las investigaciones del Seprona han determinado que el detenido intentó limpiar el fósil de las incrustaciones de albero que tenía y que en su intento el cráneo se le rompió. Por otro lado, la Guardia Civil ha determinado que el resto del fósil del ballenato se ha perdido definitivamente por la acción de las excavadoras de la cantera de albero alcalareño.